El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el real decreto que regula el llamado bono joven para el alquiler, que es una ayuda destinada a jóvenes de entre 18 y 35 años con bajos salarios. Esta ayuda, que será compatible con otras del plan estatal y se solicitará a través de las comunidades autónomas, tiene como objetivo el fomentar la emancipación y el acceso a la vivienda digna de este colectivo.
El Gobierno aprueba el bono alquiler para jóvenes de hasta 35 años, por el que se abonarán hasta 250 euros al mes durante un máximo de años, aunque habrá que cumplir algunos requisitos, lo que hace que el Ejecutivo calcule en unos 70.000 personas las que podrán beneficiarse de esta iniciativa, a la que se ha reservado una partida de 200 millones de euros.
Aunque se ha aprobado este martes, el bono entrará en funcionamiento con carácter retroactivo desde el 1 de enero.
Para tener derecho a esta ayuda, los jóvenes que la soliciten deben tener un empleo y cobrar un salario inferior a tres veces el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM) (24.318 euros). Además, la cuantía del alquiler no debe superar los 600 euros, salvo en las llamadas zonas tensionadas, con precios más altos, en las que el alquiler puede alcanzar hasta los 900 euros.
Los perceptores del bono recibirán un máximo de 250 euros mensuales que deberán destinar obligatoriamente a pagar la renta de alquiler. Se trata, por tanto, de una ayuda finalista que solo puede usarse con ese objetivo y que en ningún caso podrá superar precio del alquiler.
El bono joven de alquiler beneficiará también a quienes alquilen una habitación suelta, a condición de que la renta de la misma no exceda los 300 euros mensuales, aunque podrá elevarse hasta 450 euros en algunos territorios donde el mercado de arrendamientos es más caro. La ayuda que perciba el beneficiario será la misma que se prevé para quienes arriendan una vivienda habitual: un tope de 250 euros mensuales o, si es menor, la renta mensual que se deba satisfacer.
Sin embargo, para no perjudicar la movilidad laboral, se tendrán en cuenta dos situaciones: que un perceptor se cambie de domicilio de una a otra provincia o a otra comunidad autónoma. En estos casos, el trámite para seguir recibiendo el bono será más sencillo y las condiciones se flexibilizarán, pudiendo llegar los ingresos hasta cuatro veces el IPREM (32.425,12 euros anuales).
La regulación, además, incluye la posibilidad de compatibilizarlo con otras subvenciones, siempre que estas provengan del plan estatal de vivienda. Como se trata de una competencia transferida a las comunidades autónomas, algunas ya tienen ayudas similares a la que se va a aprobar ahora, especialmente los programas enfocados a la emancipación juvenil.
¿En qué consiste este otro programa? Se trata de ayudas hasta el 60% del importe de la renta y se dirige igualmente a solicitantes hasta 35 años que no superen el triple del IPREM, aunque en este caso se podrá llegar hasta 5 veces el IPREM (40.531,4 euros) en función de las circunstancias familiares. Para supuestos de compatibilidad con el bono joven, solo se podrá recibir el 40% del importe de la renta que esa ayuda no cubra. Es decir, si un joven paga 500 euros al mes y recibe 250 euros de bono joven, con esta segunda línea de subvenciones solo podrá percibir el 40% de los 250 euros que no se incluyen en el bono.
Además, podrán acceder a ellas y seguir recibiendo otro tipo de bonos sociales como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y otras prestaciones no contributivas de la Seguridad Social.