(Texto y fotos: Blas Miguel Hernández) Ya en la antesala de los actos previstos en la noche de ayer en el Gran Teatro, se dejaron ver caras que desde hace muchos años no concurren por el «retratero» carnavalesco, personajes que en la fiesta formaron parte del álbum cotidiano de esta familia que se reúne a corro cada Febrero alabando al dios Momo.
Lo ocurrido en la noche del sábado, donde no uno sino dos presidentes de la Federación fueron distinguidos, demuestra que a veces basta con dejar caer el guante en el sitio adecuado para que sea inteligentemente recogido por otros. chapó, porque no solo hay que hablar en esta fiesta, hay que escuchar.
Con tres cuartos de entrada en un renovado teatro, que aún emanando olores a pintura no se le ha borrado el olor y los demás sentidos carnavalescos que nos hacen recordar nada más pisarlo que es la casa de todos los carnavaleros, el templo de nuestras coplas, el paraíso de nuestras alegrías y el infierno de nuestras decepciones, esas que te dejan la herida y te hacen más sabio, más cabal y de manera inexplicable más amigo de tus rivales de escenario… cosas del carnaval.
Ana Belén Rodríguez en representación de la FOPAC fue la encargada de desenmascarar en primer lugar la XXVI Insignia de Oro de la Federación; Kiko Bogado, un hombre que se estrenó en nuestra fiesta en aquel Polideportivo Andrés Estrada en la que era una incipiente cuarta edición del Concurso de aquel también remoto Carnaval de Huelva, cuando ni tan siquiera había adoptado su apellido «Colombino».
Kiko formó parte de la agrupaciones de la peña Enrique Villegas, de la mano de Manuel Cordero, Manuel Fernández y Aurelio Poyato, pasando a partir de 1994 a formar parte de la peña Antonio Martín con Carlos Díaz y Juan Aragón, desvinculándose posteriormente en su división que desembocó en la Peña de La Cabalgata de la que es fundador y presidente. Tras largos años de espera pero sin faltar a la cita que cada Febrero nos aglutina, de 2011 a 2013 recoge el testigo de una malograda fiesta en la que las divisiones internas hacían prever el declive de la misma, pero cosas nuevamente del Carnaval; se fortaleció la fiesta en lazos y en progreso. Kiko por aquel entonces, al igual que su junta de gobierno llegó a poner dinero propio para que las ediciones que abanderó salieran adelante, ya que en aquellos años el consistorio onubense no aportó un solo euro a las arcas de la FOPAC. Desagradecida labor que le llevó a estar en boca de muchos , pero incluso aquellos que se alzaron como enemigos acérrimos en su labor como Presidente, posteriormente le estrecharon la mano por ello.
Kiko ha sido quizás de los mejores presidentes que ha tenido este carnaval, es por ello que tras habérsele impuesto la Insignia, el público del teatro en pie ratificó la decisión tomada por la Federación con una sonada ovación de palmas por Huelva.
Si sonora fue la ovación dada a Kiko Bogado, sonora fue la otorgada por el respetable a la sorprendente segunda halagada de la noche, la que concedía a Mary González la XXVII Insignia de Oro de la Federación.
Mary González a la que tuve el honor de piropear en 1995 en el VI Piropo a la Mujer Carnavalera organizado por la peña de La Noria. Ha sido y es uno de los referente femeninos de esta fiesta, la única mujer que ha ostentado el cargo de Presidente de FOPAC. Tras la dimisión de Juan López Cerezo en1996, su Vicepresidenta, se hace cargo de concluir el período de Juan López (1996-1997) y continúa dos años más al ser elegida para llevar las riendas de las carnestolendas en las ediciones de 1998 y 1999.
Mary comenzó su singladura carnavalesca en 1984, con la creación de la peña «El Higueral», saliendo por primera a concurso en 1985 con aquellos «Andrajosos del Higueral» en la modalidad de murga, posteriormente la división de aquella peña dio lugar a la formación de los recordados «Tartajésicos», toda una saga familiar defendieron los colores de esta peña durante largos años, más allá de los que Mary estuvo con ellos, ya que se dedicó, una vez más, a la ingrata labor de organizar esta fiesta en distintas candidaturas. María González carrasco no solo ha dejado su sello imborrable en los carnavales onubenses, persona entregada a las causas sociales la han hecho ser reconocida en la sociedad onubense como pocas personas se han distinguido por ello. Particularmente he de recordarla por su labor en Agua Viva y en Cáritas Diocesana, ambas bajo el auspicio de nuestro querido y ya desaparecido Paco Girón.
He de reconocer que si la insignia de otorgada a Kiko Bogado me lleno personalmente de satisfacción, la de Mary González me puso los vellos de punta y me hicieron saltar las lágrimas, pienso que muchos de los presentes sintieron lo mismo por que gran parte del público presente habían vivido los períodos de nuestra distinguida presidente.
Las Insignias fueron impuestas por Francisco Espinosa Cumbre, presidente de la Federación, con la presencia en el escenario del alcalde de Huelva, Gabriel Cruz. La emotividad de la noche, sin lugar a dudas vino dada de la mano en las entregas de la Insignias de Oro, las que fueron engalanadas por las coplas que fueron interpretadas por «Kiko Salas» (Francisco Rodríguez Salas), posiblemente la mejor voz de nuestro carnaval y «Juanfran» (Juan Francisco Palacios Lanza).
Kiko salas fue capaz con su buen hacer de conmover a su padre con el pasodoble de «Un amigo es un amigo…» y a Mary González con otro dedicado a la madre que emocionaron a la galardonada e hizo conmover a toda la saga de los Morales que estaba en el escenario.