La cantaora onubense Rocío Márquez ha definido este viernes su último trabajo, el resultado del programa de residencias artísticas In-Progress, como “un regalo”, entre otros cosas por poder contar con AKA Bronquio, el joven músico jerezano de tradición punk y una de las sensaciones de la escena electrónica.
La considerada por la crítica como “la voz de la nueva generación del cante jondo”, se prepara para llevar a cabo el preestreno del resultado del trabajo, que han denominado ‘Tercer cielo’, en el marco de una iniciativa de Flamenco Festival en colaboración con el Ayuntamiento de Torrox (Málaga), con fecha prevista de su puesta de largo para el próximo sábado, 21 de mayo.
Según ha explicado, en el flamenco actual, “experiencias como estas nos dan la oportunidad de trabajar en otros grados de profundidad”, al que “solo lo permite la convivencia, los días continuados, el tiempo, la calma», y también “las posibilidades materiales y logística que tiene el teatro y la casa ofrece”.
Y es que, permite “tener una actitud creativa que consigue crear y transmitir momentos únicos”, y el resultado es ‘Tercer cielo’, un proyecto que surge para querer acoger “la zona desconocida, como decía Julia Uceda”, una “zona mental y creativa donde las dicotomías entre traición, oración, puro e impuro se diluyen”.
Con todo, se llega a “un espacio no construido, a un no lugar, donde el arte es un juguete, una búsqueda desesperada, una caja de sorpresa”, donde los artistas “disfrutan de la incertidumbre, “que quizás es el rasgo que marca más este proyecto, junto con la libertad”.
‘Tercer cielo’, un «regalazo» para Rocío Márquez
“Ha sido un regalazo tener la posibilidad de convocar, ir madurando los proyectos de manera colectiva, encima en un entorno que invita a la calma, al encuentro”, explica, con el horizonte cercano en «poder materializarlo todo en un teatro”.
La culminación, con su puesta en escena, le permitirá trabajar junto a Bronquio, y con artistas como Antonio Ruz, que es Premio Nacional de Danza, y poner en escena “todo lo que ha terminado conformando este proyecto como al final ha resultado”, para sostener que “el disco es una historia y la residencia es otra cosa”.
Para ella, todo es un sueño”, por poder contar “con este equipazo más allá del resultado final”, además de estar feliz por resultar “tan enriquecedor este proyecto”.
En el proceso creativo participa también Roberto Martínez Losa a cargo del vestuario y la escenografía, y recoge la excelencia y el talento flamenco de la onubense y los sonidos urbanos y electrónicos del jerezano.
Con letras de poetas contemporáneas como Carmen Camacho y Macky Chuca, ambos artistas configuran un puzzle “para cantarle a los desafíos de la humanidad y acercar el flamenco a nuevos públicos”.
Fermín Cabanillas