(Texto y fotos: José Luis Rúa) Se sabía que había muchas ganas de disfrutar de la Noche en Blanco en Ayamonte, que se ha llenado, entre otras cosas, de poesía. Habían sido dos años de silencio y de recogimiento, pero llegaba la hora de recuperarlo todo. La noche de Ayamonte se volvió blanca por completo. Calles engalanadas, escenarios en muchas esquinas, bombillas iluminado miles de voces al unisonó y detrás de todo, ilusión, trabajo y muchas ganas de vivir.
Conciertos, pasacalles, poesía, danza, y blanco, todo blanco. Gente sentada y gente de pie, gente paseando y buscando una actuación tras otra, mientras otra mucha escuchaba atentamente una canción nostálgica a los pies de un balcón que en esta ocasión se encontraba vacío.
Poetas del Guadiana acudieron de nuevo a la cita. El patio interior del gastrobar La Puerta Ancha, en pleno centro e Ayamonte fue el escenario elegido para este acontecimiento. A los pies de una higuera centenaria, rodeados de verde por todas partes, de años y de muchas historias compartieron espacio Yatapapuani cantando aquellos temas nostálgicos de los 80 y 90. Miguel Ángel Dominguez, hoy estudiante de bellas artes y mañana, uno de los grandes de la pintura. Y finalmente recital poetico con las voces siempre hermanadas de españoles y portugueses, regalando poemas a un espacio repleto de público pendiente de los versos y de buenos e interesantes platos.
Pudimos escuchar la voz de Verónica Molins por el baluarte y la aflamencada de Alonso en el Museo. La maravilla de Al Guitar Duo ( portugueses) junto al Alcaravan y a Perez Gutierrez junto al casino mientras Danzarte se mostró en las escalinatas de la Iglesia de las Angustias. Flamenco en la calle Real, pop en la Plaza del Rosario, Dj´s en otros rincones y humoristas en la Laguna. Programa completo para una noche completa.
Natalia Santos, la alcaldesa, no quiso dejar de dar algún verso de autor local para los presentes, amén de apoyar con su presencia los actos poéticos de cada día. Joao, Clara y Pires defendiendo la lengua de Camoes. Joaquina, Carmen, Monge, Eladio o Mateo susurrándole a la recién llegada noche en blanco. Una velada sencilla pero cargada de magia, de complicidad y de magnífica relación entre artes que de vez en cuando se hermanas de la manera más simple.
Una nueva versión de un Ayamonte céntrico cargado de actividades, de un gran ambiente y de muchas ganas de disfrutar y de compartir. Siempre es bienvenido el mes de julio cargado de nuevas sorpresas. Seguimos.