(Firma: Sara Vélez Castilla) El pasado día 13 de julio, mi padre acudió a urgencias del hospital Juan Ramón Jiménez a las 16:02, siendo un paciente oncológico con astenia intensa, aumento de disnea y taquicardias. Se trataba además, de un paciente con una traqueotomía, con metástasis pulmonar y con un derrame pleural maligno.
Hasta las 19:00 horas, 3 horas después, pese a la gravedad, no es atendido por el médico de urgencias, quien realiza las valoraciones pertinentes, y tras valorar su estado, nos deriva a la zona de sillones de observación, a la espera de los resultados de analíticas y radiografías.
Sobre las 22:00 horas, 6 horas después, seguimos sin recibir información, y tras preguntar e insistir en numerosas ocasiones, sobre las 00:00 horas, el médico de urgencias nos comenta que debido a la gravedad, va a proceder a su ingreso y que además van a realizar una toracocentesis evacuadora de urgencias, procedimiento que se realiza sobre la 01:00 de la madrugada.
A las 02:56 consta el alta de urgencias y la derivación a la planta de oncología, pero esto solo ocurre en la documentación que desde el servicio de urgencias tramitan, ya que en ningún momento somos traslados a planta. En este momento, un paciente inmunodepresivo grave lleva 11 horas esperando en un sillón. Los argumentos por parte de los responsables son la falta de camas disponibles.
Hasta las 12:30 del día 14/07 no conseguimos que le dieran una cama, después de 20 horas y medias esperando en un sillón, lo que supone un trato inhumano a un paciente inmunodepresivo grave, que no puede estar en tales condiciones, con un empeoramiento grave de su enfermedad, con una disnea importante y taquicardias, un paciente llorando por la situación en la que se encontraba.
Finalmente, le dan una cama a las 12:30 horas del 14.07 porque tras hablar sin éxito con todas las personas responsables e implicadas, desesperada me dirijo personalmente a hablar con el director del hospital. ¿Qué significa esto? QUE SÍ HABÍA CAMAS DISPONIBLES, SÍ HABÍA SOLUCIÓN.
A mi padre no le dieron habitación en la planta de oncología, y por lo tanto no fue ingresado hasta las 20:00 de la tarde del 14.07, lo que hubiese implicado 28 horas de espera en un sillón.
Además, quisiera denunciar y hacer público la falta de medios disponibles para pacientes con traqueotomía, ya que tuvieron que ponerle oxígeno, y en un hospital como Juan Ramón Jiménez no tenían válvulas adaptadas para este tipo de pacientes, por lo que tuvieron que colocarle una válvula normal, siendo mucho menos efectiva y mucho más molesta.
Mi padre desgraciadamente ha fallecido, pero quiero denunciar esta situación para que las personas responsables asuman responsabilidades y otros enfermos no tengan que pasar con la misma situación.