El grupo del PP en el Ayuntamiento de Almonte presentará en el próximo Pleno una moción en la que solicitará que se ejecute de una vez por todas el acuerdo que el Consistorio aprobó en el año 2003 y que fue ratificado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en 2008. Este acuerdo obligaba a un vecino del residencial Macarena, en Matalascañas, a desocupar en el plazo de 10 días el terreno del que se había apropiado, un sendero peatonal público que cercó para uso particular y que es la alternativa al único acceso con el que cuenta una urbanización que integran 187 viviendas.
“Estas casi 200 familias viven con una gran preocupación como consecuencia de la falta de accesibilidad que presentan las viviendas que un día adquirieron”, explica el presidente de los populares almonteños, Miguel Ángel Jiménez, que hace unos días pudo comprobar la dimensión del problema a petición de los vecinos. Un problema que se extiende a las más de 400 viviendas situadas en el sector K del núcleo costero almonteño.
Cuando eso ocurrió, el residencial era accesible por todo su perímetro. Pero más tarde se construyó el campo de golf y esto dejó completamente cercada la urbanización, que pasó a contar únicamente con dos accesos: uno en el extremo sureste, el que representa la única salida y entrada al conjunto de viviendas; y otro en el suroeste, que fue ocupado por el mencionado vecino y que, desde entonces, está vallado y es intransitable.
Los propietarios acudieron en 2003 al Ayuntamiento para recibir el amparo correspondiente “dado el evidente problema de seguridad que supone contar con una única salida, para colmo situada en un extremo del residencial, lo que dificultaría sobremanera la evacuación de los residentes en caso de cualquier siniestro”. Pero es que, además, el gran trayecto que separa las viviendas situadas en el extremo oeste de la salida hace que sus vecinos tengan que usar sus vehículos para, por ejemplo, ir a la playa, colapsando la zona de aparcamientos de Caño Guerrero, “cuando podrían fácilmente ir a pie si el acceso que hoy está vallado pudiese usarse”.
El problema de Residencial Macarena durante 20 años
“La administración local no puede seguir haciendo oídos sordos a esta demanda vecinal porque esa actitud puede poner en peligro las vidas de los vecinos”, que “a pesar de contar con dos elementos de peso como son un acuerdo de Junta de Gobierno y una sentencia del TSJA, llevan casi 20 años esperando que se retire una valla, una simple valla, y se habilite un acceso que existe y está perfectamente disponible”, resalta Jiménez, que aclara que si bien “en épocas pasadas el campo de golf estaba en uso y eso dificultaba la solución, en la actualidad los terrenos están desocupados y son propiedad del Ayuntamiento. Algo que facilita dar una respuesta a esta demanda vecinal”.
“Entendemos que esta situación por la que atraviesan los vecinos del Residencial Macarena y por extensión del sector K, es injusta y por lo tanto habría que acabar con los 20 años de preocupación e incomodidad que este colectivo de ciudadanos lleva sufriendo”. “El hecho de que en Matalascañas exista, en pleno siglo XXI, una urbanización tan poblada con un solo acceso es una temeridad, es por ello que llevaremos una propuesta al próximo pleno con la intención de encontrar una solución”, afirma el presidente del PP de Almonte, que advierte asimismo que la existencia del campo de golf no debe ser óbice, en ningún caso, para que el segundo acceso se habilite, puesto que “la seguridad de la población está muy por encima de cualquier otro interés sea del tipo que sea”.