Los expertos coinciden de manera prácticamente unánime en que hay algunas posturas al dormir que son beneficiosas para un sueño reparador y otras que no lo son en absoluto. En este blog, por ejemplo, puedes ver consejos para un buen sueño, las posturas que al dormir más se recomiendan, sus beneficios y todo acerca del mundo del sueño, como curiosidades o los trastornos más habituales.

Vamos a comenzar por las posturas que los expertos recomiendan evitar, aunque son algunas de las favoritas de muchas personas, especialmente los más jóvenes: dormir boca abajo y en posición fetal.

Esta última es una de las que de manera bastante natural adoptan muchas personas, en especial las embarazadas y las que roncan demasiado. Esta posición conlleva una importante curvatura de la espalda, con lo que no se relaja y se pueden provocar dolores o contracturas. Además, restringe la respiración diafragmática y las rodillas presionan el estómago.

Pero la peor posición para dormir, con gran diferencia, es boca abajo. Esta postura hace que se ejerza mucha presión sobre los órganos, al igual que sobre las articulaciones y los músculos. Los dolores de espalda o cuello son habituales en los que duermen boca abajo, entre otras cosas porque los expertos aseguran que con esta posición durante toda la noche es como si hubiéramos estados un cuarto de hora seguido con el cuello doblado.

¿Cuáles son las posturas que los expertos recomiendan? Pues básicamente dos: o boca arriba o de manera lateral, pero apoyándose sobre el brazo izquierdo mejor que sobre el derecho.

Dormir de lado tiene como efectos positivos que reduce la acidez estomacal y favorece los procesos linfáticos. Y es de gran ayuda con el embarazo, en especial en los últimos meses. Además de descansar y respirar mejor, esta postura beneficia al feto al incrementar los nutrientes y la sangre que llega a la placenta.

La segunda posición recomendada es la de domir boca arriba, que aunque es buena para la población en general no lo es para las embarazadas y las personas que roncan.

Si usted es propenso a tener contracturas en la espalda, el cuello o los hombros, esta postura es la ideal. La razón es muy sencilla, pues cuando dormimos boca arriba la columna vertebral se mantiene recta y estirada.  Y por si fuera poco, es sin duda una posición perfecta para las personas que tienen reflujo y otros problemas de estómago.