Un millar de pacientes onubenses, concretamente 1.002 de los 12.238 de toda Andalucía, se encuentran en seguimiento telefónico por la Consejería de Salud y Consumo dentro del Plan de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas. Se trata de una de las medidas más importantes del plan que activa la Junta para prevenir y minimizar las consecuencias que el calor y las altas temperaturas puedan tener sobre la salud de la población, y especialmente la más vulnerable.
Concretamente, el seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.
Son los profesionales de los centros de atención primaria los que hacen esta labor continua de identificación de pacientes con mayor riesgo o mayor vulnerabilidad ante el calor, como son las personas mayores de 65 años, pacientes crónicos, personas con trastorno mental grave, menores de cuatro años (especialmente lactantes) y personas que trabajan o realizan actividad física expuestas al sol. En este plan también intervienen las Consejerías de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa y de Integración Social, Juventud, Familias e Igualdad; el SAS y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias.
Junto al seguimiento telefónico que se efectúa a través de Salud Responde, que ya lleva realizadas en la provincia de Huelva un total de 1.584 llamadas (alrededor de 18.000 a nivel andaluz) desde la puesta en marcha del plan, también se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor, y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.
Asimismo, desde la Consejería de Salud y Consumo se establece la coordinación necesaria entre las diversas instituciones y organismos implicados para que esta estrategia alcance a toda la población vulnerable en Andalucía.
El objetivo principal de dicho plan, que se mantiene activado desde el 1 de junio hasta el 15 de septiembre, dirigido especialmente a la población más vulnerable, es reducir el impacto sobre la salud de la población ante temperaturas de calor extrema propias del periodo estival. Para ello se establece un sistema de coordinación e intercambio de información entre las administraciones implicadas, centrando esfuerzos preventivos en poblaciones con riesgo de morbilidad y mortalidad y estableciendo un seguimiento personalizado con los recursos ya existentes.¡
De igual manera, se considera que debe prestarse especial atención a los ámbitos domiciliarios de personas mayores, a residencias de ancianos y a las áreas con alta marginalidad. Para ello se cuenta con los distintos programas puestos en marcha en estos ámbitos por los distintos organismos competentes que participan en el mismo.
Plan de actuación
Con los datos que ofrece la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) todos los días, la Consejería de Salud y Consumo, a través del Servicio de Vigilancia y Salud Laboral de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, determina la previsión de las temperaturas máximas y mínimas para los cinco días siguientes, de forma que define los niveles de alerta en cada provincia, que son verde (si los umbrales máximos y mínimos no se van a superar en varios días), amarillo (si se van a superar en uno o dos días), naranja (si se van a sobrepasar en tres o cuatro días) o rojo (si las altas temperaturas se prevén para cinco días).
Desde los centros de atención primaria, gracias a las enfermeras gestoras de casos y las enfermeras de familia, se ofrece información a la población general y se trabaja en la identificación de los pacientes de riesgo para su inclusión en el plan de seguimiento telefónico que realiza Salud Responde. Además, se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se llevan a cabo también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.
Su seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.
En todos los niveles de alerta se adoptan medidas inmediatas de alerta a todas las instituciones implicadas y se da aviso a la población. Se elaboran informes de la situación existente en cada momento sobre el impacto de la temperatura sobre la morbilidad y mortalidad y se realiza un seguimiento de información y consejo desde Salud Responde, de todas las personas identificadas e incluidas en el seguimiento.
Además, si se activa el nivel rojo de alerta también se refuerzan los servicios sanitarios, tanto hospitalarios como de atención primaria, tal como se recoge en el Plan de Alta Frecuentación del SAS y se pone en marcha un plan de intervención local, en el cual, de manera coordinada entre los centros de salud, los ayuntamientos y Protección Civil, se identifican las personas en riesgo susceptibles de traslado temporal de su domicilio a centros o locales aclimatados para el calor durante las horas del día que sean necesarias.
Por otro lado, se establece un circuito de notificación incluido en el propio Sistema de Vigilancia que recoge información referente a los efectos sobre la salud de los excesos de las temperaturas (morbilidad y mortalidad producida directamente por el calor, patologías agravadas por el exceso de la temperatura y número de urgencias atendidas al día por los diferentes centros del sistema sanitario público de Andalucía). Es importante recordar que los fallecimientos que se registran por el efecto del calor son los que se producen directamente relacionados con las altas temperaturas y golpes de calor y no por las consecuencias que provoca en enfermedades ya diagnosticadas o problemas crónicos que se descompensan por este factor.
Recomendaciones frente al calor
Las recomendaciones básicas que la población debe tener en cuenta ante la llegada del verano y las altas temperaturas son: evitar la exposición durante las horas más fuertes de sol, salir con protección (tanto con ropas ligeras y de color claro y sombreros como con protección solar), ventilar las estancias, bajar las persianas y cerrar las puertas durante las horas de temperaturas más elevadas, mantener un buen nivel de hidratación bebiendo mucha agua, conservar adecuadamente los alimentos, moderar los ejercicios que exijan mucho esfuerzo físico en las horas centrales del día, etc.