(Firma: Diego Quintero Martín) La Dehesa Albarracín, que recibe ayuda europea mediante el proyecto Life + bioDehesa para el mantenimiento de la misma, https://www.uco.es/biodehesa/finca-albarracin/, está dedicada a la cría de toros bravos en San Bartolomé de la Torre, pertenece a una influyente familia de Huelva y tiene cortados los caminos públicos de la zona, que debidamente preparados, permitirían hacer actualmente una bonita ruta entre toros, como ocurre en Aracena con el Sendero PR-A-49 Monte San Miguel.
El proyecto Territorio Minero, cuyo principal objetivo es la puesta en marcha de un tren turístico entre Tharsis y San Bartolomé, que se está llevando a cabo con Fondos Next Generation EU, el Fondo de recuperación europeo, ha vuelto a poner de actualidad que dicha finca tiene usurpados los caminos de accesos a la zona de la antigua Estación del viejo ferrocarril. Pero este proyecto no se puede realizar si se mantienen cerrados dichos caminos.
No se puede entender que los dueños de esa familia tan conocida y que debería dar ejemplo del cumplimiento estricto de las leyes, sabiendo que están perfectamente identificados como caminos públicos, no los tengan abiertos, y que, además, no atiendan los requerimientos del Ayuntamiento de San Bartolomé y le obligue a pedir asesoramiento a los servicios jurídicos de la Diputación de Huelva para su recuperación, como se puso de manifiesto en el pasado Pleno del Ayuntamiento del 4 de agosto de 2022: https://fb.watch/eT89-2gwHz/ (ver desde el minuto 10:55, unos 8 minutos).
Camino identificado
Centrándonos en el camino principal de la Estación, decir que es un camino plenamente identificado por la cartografía antigua desde 1897, el vuelo americano de 1956-57, los mapas catastrales antiguos, etc. y por los mapas actuales del IGN y del catastro, además de aparecer en el Inventario de Caminos de San Bartolomé.
(Firma: Diego Quintero Martín, en nombre y representación en Huelva de la Plataforma por los Caminos Públicos)
1 comentario en «Opinión: Oportunidad perdida en San Bartolomé y tren turístico»
Excelente artículo, cualquiera puede comprobar en la web de catastro que es un camino de titularidad pública.
Es asombroso la facilidad con la que alguien puede cerrar un camino público con una simple puerta, a nadie se le ocurriría cerrar una calle de San Bartolomé para que nadie pasara cerca de su casa, de inmediato está valla sería retirada sin contemplaciones y el dueño multado.
No entiendo por qué en un camino público no ocurre exactamente lo mismo.