Un paso de peatones que crea debate. Es lo que ocurre en El Campillo, donde los vecinos están divididos entre la estética y la seguridad vial a la hora de valorar la iniciativa destinada a mejorar la seguridad para acceder al colegio La Rábida de la localidad, según ha publicado el diario digital AION Sur.
«La vuelta al cole nunca fue tan divertida. Así ha quedado el paso de peatones que da acceso al CEIP La Rábida de nuestro municipio con el efecto óptico que desprende esta obra de los artistas locales Miguel Ángel Pérez y Juan Díaz Patricio». El mensaje del Ayuntamiento en sus redes sociales oficiales ha generado centenares de reacciones, tanto de buena parte de sus casi 2.100 vecinos como de internautas que o apoyan o censuran la iniciativa.
Y es que, como indica el mismo Consistorio, «es pintura, pero parece que las líneas levitan sobre el suelo», y eso es, precisamente, lo que retrae a algunas personas a la hora de valorar positivamente la iniciativa. «A causa de ese efecto puede producir algún que otro caos. Yo sin ir más lejos veo eso y doy marcha atrás porque parece que sean pilones y no puedo pasar», dice uno de los comentario. Otro cree que «pintado así ha dejado de ser una señal de tráfico para pasar a ser un adorno».
El paso de peatones cruza la Avenida de los Cipreses del municipio onubense, desde vías como la calle Los Olivos. Si es eficaz o no la idea se comprobará desde que los pequeños vuelvan a las aulas del centro educativo, para comprobar cómo se coordinan conductores y peatones para acceder al centro escolar.
Lo que dice la normativa sobre pasos de peatones
La normativa sobre pasos de peatones cita que tiene que estar formado por «una serle de líneas de gran anchura, dispuestas en bandas paralelas al eje de la calzada y formando un conjunto transversal a la misma, para que los conductores de vehículos de tracción mecánica o animal deben dejar paso a las personas.
Se pueden instalar en cualquier vía, aunque en las zonas donde la velocidad máxima sea mayor de 80 kilómetros por hora siempre tendrá que estar protegido y completado con un semáforo.
La anchura del paso podrá ser variable en función de la zona en la que se ubique, aunque no debe ser inferior a cuatro metros, salvo en vías con velocidad mínima de 40 por hora.
La verdad es que la norma no indica nada claramente en torno a si se puede hacer un paso de peatones en tres dimensiones, como el de El Campillo. Si se tiene que borrar o dejar tal como está se sabrá con el paso de los días.