La cantaora almonteña Rocío Belén ha recibido este fin de semana el premio de la VIII Bienal de Flamenco de la ONCE, celebrada en el Teatro Isabel la Católica de Granada con un público entregado al arte de estos nuevos valores.
Rocío Belén ha recibido la estatuilla de manos de la delegada de Servicios Sociales e Integración del Ayuntamiento de Granada, Nuria Gutiérrez. La almonteña, que se define como una “flamenca antigua”, confesó su alegría y emoción por este reconocimiento. “Para mí es otro mérito más a mi carrera que creo que me va a dar un empujoncillo y me va a aportar muchísimo”, afirmó.
La joven cantaora dedicó el premio a su familia y aprovechó también su momento para pedir a los jóvenes “que tengan interés en escuchar el flamenco y se interesen por este arte”.
Este reconocimiento de la ONCE se suma al premio joven de cante jondo de Mairena, premio Fundación Cristina Heeren, o el del Certamen de Saetas Ciudad de la Unión. Con un flamenco que mezcla pureza y vanguardia la joven almonteña ha compartido escenarios con Pedro El Granaíno, María Terremoto o Rocío Márquez entre otros, y recibido clases de José Tomasa, Esperanza Fernández o Juan José Amador.
Actualmente participa en numerosos festivales y peñas flamencas por toda España y sigue estudiando y aprendiendo con Antonio Rodríguez ‘El Jaraqueño’, en su Escuela de Cante en la localidad onubense de Aljaraque. La ONCE reconoce así la madurez y el equilibrio de su voz, según destacó en su día el jurado.