Mario Garrido es un entusiasta del flamenco. Desde muy chiquito siente esa pasión inexplicable, esa carcoma interior que se revuelve con un quejío y le hace dar palmas casi de forma inconsciente. Desde los ocho años lleva en el mundillo. En su primer concurso ganó 25 pesetas y una pluma estilográfica. Desde entonces no ha parado de cantar (aún lo sigue haciendo a sus 74 años) y a tan corta edad ya era solicitada su presencia en las diferentes tertulias flamencas de la ciudad, como la de Las angarillas, el quitasueño, Venta de cardeñas, Venta Álvarez, Casa de Cambra, a las que iba acompañado por su padre.
Luego vino una carrera profesional de pueblo en pueblo, de arte en arte, de palo en palo. Se ha recorrido toda la provincia y le ha dado a todo tipo de variedad flamenca, nada ha escapado a su talento interpretativo en este mundo. También ha cantado en terrenos internacionales, siendo la más exitosa su gira por Italia que culminó con una actuación ante el recién elegido Papa Juan Pablo I en 1978 en su residencia de Castelgandolfo, en 1978. En Segni, pequeña localidad italiana, interpretó una misa flamenca que emocionó a todos, también al presidente de la república, Mario Andreotti.
Dirige los designios de la Peña flamenca desde hace apenas dos años y medio. La muerte de su amigo Manuel Romeu, siendo este presidente, precipitó las cosas para darle un cargo que venía rondando desde hace tiempo, ya que a lo largo de los años ha estado en numerosas juntas directivas de la asociación. Sus primeros meses fueron muy infructuosos, el Covid solo le permitió mantener la peña cerrada a cal y canto y apagar su voz durante meses. Ahora, sin embargo, le llega su recompensa: la de organizar el 50 aniversario de la Peña Flamenca de Huelva para la que ha organizado muchas actividades que ya recogió este diario en este enlace.
Él se siente tremendamente orgulloso de su peña flamenco y de las nuevas generaciones. Cantaores de la talla de Rocío Márquez, Arcángel, Jeromo Segura o Argentina han salido de las tablas de esta peña y, además, asegura que la generación venidera viene fuerte con muchos cantantes, guitarristas y bailaores que están forjándose para un futuro de éxito, ahora sin condicionamientos de género, porque cree que muchas de estas niñas, incluso a la guitarra (una disciplina en la que no es fácil encontrar féminas) se están adelantando al futuro.
El currículum ganador de Mario Garrido
La voz de Mario Garrido es de esas que llaman ‘Alfillá’ limpia y con gran potencia con un torrente que sale del estomago y se insufla de arte en la garganta. Esta prodigio le ha permitido ganar entre otros muchos premios la Solera Flamenca, en Bollullos Par del Condado. Vendimia, en Almonte. La Espiga de Oro, en Trigueros. Ciudad de Aracena, en dicha localidad. La Bolera, en Cartaya. El Candil Minero, en El Campillo.
En 2007 recibió un Premio Nacional de Fandangos y Malagueñas en Jumilla (Murcia), como premio a la pureza cantaora.
También ha sido finalista dos veces en el Concurso de la Federación de Peñas Flamencas de Huelva y provincia; en el segundo Circuito flamenco organizado por las Peñas Flamencas de Andalucía.
Hombre hecho a sí mismo, no dudó en atender a HuelvaYa para entrevista que recogemos en vídeo, con porte formal y mirada penetrante, se muestra seguro de sus conocimientos en este mundillo y es que este veterano tiene ya muchas tablas (nunca mejor dicho) y si es para celebrar los 50 años de una peña a la que pertenece desde 1953 todo esta dicho. Esta peña está íntimamente ligada a la figura de un figura: Mario Garrido.