El Recreativo de Huelva buscará su tercera victoria consecutiva este domingo a partir de las 17.00 horas ante el Cartagena B, en un partido que los aficionados recreativistas podrán vivir in situ en el Nuevo Colombino. El cuadro albiazul, que viene de ganar sus dos últimos encuentros ante el CD El Ejido y el Recreativo Granada, ambos por la mínima, quiere confirmar que su estado de ánimo y juego ha cambiado y lo que antes no salía, al menos ahora se refrenda con resultados aunque continúan las lagunas de juego durante los encuentros.

Es por ello que el cuadro de Abel Gómez lo que busca es hacer de una vez por todas un partido redondo y mucho más ante su afición, para sacar un resultado positivo y sin tantos apuros como los que está teniendo en las últimas jornadas, aunque al menos ahora sí está ganando los encuentros.

Enfrente estará un Cartagena B, que viene de empatar ante uno de los buenos rivales del grupo como es el Cartagena B pero que no puede aspirar por plantilla ni club a metas más altas que a mantener la categoría y formar a jóvenes jugadores para el primer equipo. Además, en el banquillo murciano llegará un viejo conocido para la afición albiazul, aunque ya hace muchos años que se marchó de Huelva como es Pepe Aguilar.

En principio y salvo que haya contratiempos de última hora en forma de lesiones, todo apunta a que Abel Gómez intentará repetir con los mismos jugadores que le han salido de inicio en las dos últimas victorias, aunque en el caso de Laerte, con elongación fibrilar, su puesto lo ocupará con total seguridad Peter. Además, Cancelo y Juan Delgado continúan en la enfermería. Está por ver sobre todo si el castigo al que ya sometió Abel a varios de sus jugadores la semana pasada, multados por actos de indisciplina interna, se siguen confirmando o les da una nueva oportunidad a jugadores como Mbaye, Juanito y en menos medida Diawara, ya que este último apenas si está entrando en las convocatorias desde el inicio de la competición.

El Recreativo de Huelva sabe que está ante una muy buena oportunidad de volver a engancharse al tren de la cabeza del grupo y que una tercera victoria consecutiva, con más o menos brillo, comenzaría a meter miedo a los rivales que le anteceden y que lo ven como un rival directo.