No cabe duda que uno de los puntos a favor para que una pareja pueda coexistir es que, ambas se beneficien en lo que buscan. Muchas parejas han encontrado sus beneficios mutuos en páginas de citas gratuitas en España, pero es algo que en la naturaleza lamentablemente no ocurre, ya que en la naturaleza el proceso de encontrar una pareja no es tan complejo pero lo que si es complicado es que sean mutualistas.
El concepto de mutualismo implica el vínculo entre especies, en donde ambos trabajan en obtener un beneficio y puede dividirse en dos tipos, en el obligatorio y el facultativo.
Ejemplos de mutualismo en la naturaleza
El mutualismo obligatorio implica que las especies dependen una de la otra en su totalidad mientras que en el facultativo una especie podría vivir sin la otra. En la naturaleza, existen animales y seres vivos que hacen una gran pareja así no sean de la misma especie y los ejemplos más notorios son:
1. Gobios y camarones pistola
Estos pequeños animales marinos se protegen el uno al otro y es una de las relaciones mutualistas más estudiadas. Los gobios son pequeños peces que viven en el fondo marino y en el fondo de los ríos, mientras que los camarones pistola son excavadores.
Estos cavan agujeros en el fondo arenoso y lo comparten con los gobios. A su vez, este sirve de vigía, ya que es el que se encarga de detectar posibles depredadores por intermedio de señales químicas. Es decir, el gobio se encarga de avisar al camarón que es seguro salir de su hogar y es el primero que se aventura fuera de la madriguera. La pareja siempre se mantiene unida fisicamente, trayendo beneficios alimenticios mutuos.
2. Áfidos y hormigas
Estos pequeños insectos se benefician uno de otro y se puede ver como un servicio de protección por alimento. Los áfidos o pulgones succionan savia y producen melaza, un liquido azucarado del cual se alimentan las hormigas. Estas reciben el alimento por parte de los pulgones y en cambio, ellas las protegen de depredadores y parásitos.
Algunas especies de hormigas trasladan los huevos de los pulgones hasta su nido y recolectan la melaza. En cambio, algunos pulgones imitan a las hormigas y se introducen en su cámara de crianza, para beber el liquido de las larvas de las hormigas.
3. Algas y corales
La relación de mutualismo proveniente de estas especies viene de la reproducción de los corales y su aprovechamiento con las algas zooxantelas. A medida que los corales van creciendo y formando colonias, se van adhiriendo a las algas y van consumiendo los azúcares sintéticos y el oxígeno que éstas producen.
A su vez, las algas obtienen refugio y algunos nutrientes de los corales, necesarios en su fotosíntesis. La bonita relación se puede desmoronar por la contaminación y el estrés térmico, lo que genera que el coral expulse al alga. El proceso se conoce como blanqueamiento del coral y genera que éste pierda energía y pueda morir por falta de los nutrientes necesarios.
4. Grandes mamíferos y picabueyes
El picabuey es una de las aves más fuertes de las sabanas africanas y se posan sobre grandes mamíferos. Estos bufágidos se encargan de picar los parásitos del cuerpo de mamíferos salvajes y domésticos que pastan como cebras, rinocerontes, bueyes, vacas y ñus.
Estas aves se aferran a la piel y cazan las garrapatas y moscas chupasangre, manteniendo cierto control sobre la plaga y a la vez, conservando su alimentación. Como en el caso de los gobios y camarones pistola, los picabueyes también alarman a los mamíferos de peligros inminentes.
Antes se pensaba que la relación entre los mamiferos y picabueyes eran totalmente mutualista, pero estudios han ido desviando esta idea. Esto es porque se determinó que el alimento favorito del ave en cuestión es la sangre, por lo que al picar, mantiene la herida del mamífero abierta.
Es un caso de mutualismo, pero al mismo tiempo podría tratarse de una relación parásita, ya que el mamífero sufre cierto daño. Sin embargo, los mamíferos son resistentes a este comportamiento, que tiene más beneficios que contras.
5. Anémonas y peces payaso
Estos parecen llevarse mejor que una pareja de águilas imperiales y eso que no pertenecen a la misma especie, aunque ambos se encuentran en el mar. Las anémonas marinas se asocian con muchas clases de peces, pero tienen una especie favorita como pareja: los peces payaso.
Estos no sufren de picaduras por parte de los tentáculos de las anémonas posiblemente gracias a su piel protectora, por lo que escogen las anémonas para anidar y evitar a los depredadores. Por su parte, estos le proporcionan nutrientes a través de sus heces y promueven el crecimiento y oxigenación de la misma, entre otras bondades.