Vuelve un 25 de noviembre y el movimiento feminista de Huelva vela armas para reivindicarse en una de las fechas marcadas en rojo en el calendario. La manifestación saldrá este año a las 18.00 horas desde la rotonda de los bomberos, bajará por San Sebastián y Pablo Rada, y finalizará en el paseo Santa Fe, donde se llevará a cabo la lectura de un manifiesto, que incluirá «el nombre de las mujeres asesinadas y el de los asesinos», comenta Carmen Arenas, una de las dos portavoces designadas para el Movimiento Feminista de Huelva.

Es un problema común del que la sociedad no logra desprenderse. «Hemos avanzado», no vamos a decir que no, «pero queda mucho por hacer». Y es que por desgracia «el machismo y sus violencias se reinventan». La juventud no es ajena a la violencia de género, al contrario, se detecta en los jóvenes conductas de este tipo y las redes sociales son una nueva herramienta para ejercerla. «El 44% de las amenazas a mujeres son por la negativa de las mujeres a someterse a los deseos sexuales del hombre», afirma. «Es un dato tremendo» y que muestra que la violencia de género no se diluye, sino que cambia de forma.

Sobre la mesa están nuevas formas de intentar someter a la mujer y la sumisión química es una de ellas. «Antes se ejercía esta violencia dentro de los hogares o en la calle, si la situación estallaba por un proceso de separación». La sumisión química pone de relieve una nueva forma de ejercerla en público, la ciencia al servicio del maltratador.

Carnen Arenas anima a todo el mundo a acudir a la manifestación de este viernes. «Nos siguen asesinando, nos siguen agrediendo sexualmente, nos siguen violando».

Hasta el 10 de noviembre de 2022 «han sido asesinadas en España 38 mujeres, diez de ellas en Andalucía» que «dejan huérfanos a 26 menores» y «dos han sido asesinados», así como que «24 de estas mujeres no habían presentado denuncias por malos tratos» y «solo seis contaban con medidas».

De la misma manera, ha dicho que «25 de los asesinos» de esas 38 mujeres «son españoles», al tiempo que ha detallado que 23 «eran parejas» y 15 era exparejas o estaban en trámites de separación. Asimismo, ha apuntado que en Huelva «han aumentado las denuncias por agresiones sexuales».

Gracias al movimiento feminista contra el machismo «hemos avanzado mucho en sensibilización con la que se está impregnando a todos los estamentos y estamos sacando a la luz pública las violencias que sufrimos las mujeres ya sean en parejas o ex parejas. Por primera vez en la macroencuesta sobre feminicidio también se están dando estadísticas sobre la violencia que ejercen hombres que no son parejas ni ex parejas. Se van a sacando a la luz nuevas formas de violencia», y es que «lo que no sale en las estadísticas no se conoce, y existen muchas caminos para llevar a cabo ese machismo».

«Todas hemos sufrido violencia en alguna forma aunque algunas ni siquiera sean conscientes. La física es la más relevante y por todos conocida, pero también se ejerce la violencia económica (impago de las pensiones, dependencia económica del hombre que impide la emancipación real de la mujer en el ámbito familiar), la violencia psicológica (minusvaloración, humillación), la emocional (dañar la relación de la mujer con sus hijos) e incluso se empieza a hablar de la violencia obstetricia y que se refiere a las prácticas y conductas realizadas por profesionales de la salud a las mujeres durante el embarazo y el parto, donde también se habrían detectado prácticas del machismo».

El mensaje de este año es «sin hombre agresores, no hay mujeres víctimas» para poner el foco en la raíz de este problema. «Ya está bien de victimizar al agresor, detrás de cada asesinada hay un agresor», afirma Carmen Arenas, poniendo el foco en el machismo de cara a este 25N.

Eva Salazar

Para otra de las portavoces del movimiento feminista, Eva Salazar, los «datos son contundentes y son solo la punta del iceberg porque hay muchas mujeres que nunca van a poner una denuncia y otras que no se dan cuenta de que la sufren (cuando hablamos de violencias no físicas)», por ello anima a salir a la calle porque «hay que seguir concienciando y transmitiendo que la violencia de genero «sigue siendo una lacra brutal de la sociedad». En un ambiente enturbiado por la nueva ley del ‘Sí es sí’ «la marabunta de acusaciones contra la ministra Montero, es un signo más del machismo predominante tratando de frenar lo que se ha conseguido en la calle».

El incremento de las denuncias no significa que haya más violencia ni viceversa, añade Salazar. «Hay estudios europeos que indican que el 60% de las mujeres que los sufren jamás van a poner una denuncia». En cuanto los datos puros, en la provincia de Huelva el número de denuncias por Violencia de Género se ha reducido de 2021 a 2022 de 2.518 a 1.168, pero Salazar recalca que eso no significa que haya menos violencia de género, porque «como decía antes hay una gran mayoría que no denuncia, es el machismo silencioso».

Salazar coincide además en señalar que «el sistema patriarcal es muy adaptativo para seguir ejerciendo esa opresión y las redes sociales e internet en general han abierto un campo muy amplio para el machismo y permite incluso algunos retrocesos como los negacionistas de la violencia de género», a los que Salazar compara con los terraplanistas o los antivacunas y que «dejan entre ver el machismo que aún impera en la sociedad».

«Los hombres no son violentos por naturaleza, pero la educación que reciben, el cómo se educa a los niños y cómo se educa a las niñas les afecta. A los hombre se les educa para asumir riesgos, a ser valientes, y eso hace que comentan errores, eso hace que, por ejemplo, un altísimo porcentaje de la población reclusa en España sean hombres».

Por ello, Eva Salazar afirma que «la lucha contra la violencia de género, no es una cosa que perjudica a los hombres, beneficia a toda la sociedad, de ahí la importancia de erradica el machismo y de días como el 25N».

«La población adolescente debe ser un punto en el que enfocarse. Desde los colectivos tenemos que fijarnos que cómo construimos a los niños y las niñas. Socialmente es en las relaciones de pareja donde se nota esa desigualdad más grande y donde ponen de manifiesto todo lo que han aprendido. Realmente a esas edades jóvenes se ve esa desigualdad reafirman todo lo identitario que le hemos inculcado».

Por eso, se siguen «replicando las conductas con nuevas fórmulas y las mujeres adoptan roles de sumisión. A esas edades ellos entienden que lo de la violencia de género es algo que le pasa a la gente mayor, pero no se dan cuenta de que ellas mismas lo están sufriendo. Desgraciadamente las nuevas tecnologías ahondan en esta brecha del control del hombre sobre la mujer».

Por último, Salazar explica que la violencia «es muy amplia. Se habla de las agresiones físicas, pero para llegar a ese tipo hay escalones previos el control económico, el someter los cuerpos de las mujeres, a veces con casos de prostitución, acosos… todas las mujeres hemos sufrido el tener miedo a caminar solas por la noche, un síntoma más del machismo reinante».

Laura Limón

Laura Limón es portavoz del colectivo Mujeres 24 horas. No están dentro del movimiento feminista de Huelva, pero «nos sumamos a la concentraciones» de este día. «Por supuesto, compartimos el mensaje de estar en la calle y de recordar a las mujeres que ha sido asesinadas y han sufrido la violencia de género», pero ellas quieren «llevar la lucha un poco más allá, en espacios educativos, de trabajo y personales.

«Muchas de las que conformamos Mujeres 24 horas somos maestras y llevamos esta lucha a las aulas enseñando sobre el buen trato con ciclos formativos, no solo para la erradicación de la violencia física, sino otros tipos de violencia como la económica, la institucional, la judicial, la psicológica y todo lo que conlleva el machismo en la sociedad que se ha introducido en todos los ámbitos de la vida».

Del mismo modo, hay dos reivindicaciones en las que el colectivo de Mujeres 24 horas también quiere poner el foco, «visibilizar la violencia que han sufrido las mujeres temporeras con un problema que existe en Huelva y que se silencia» y otra cuestión que llevamos a la calle es el de «las compañeras cuidadoras, muchas de ellas migrantes, que sufren la violencia en estos espacios», todo ello sin olvidar que «seguimos siento asesinadas, violadas y agredidas sexualmente», dos ámbitos en los que entienden que el machismo campa a sus anchas.

Su pancarta durante la manifestación llevará el lema «nos tocan a una, nos tocan a todas», que resume lo anterior.» Cuando una mujer sufre violencia por el hecho de ser mujer es algo que nos afecta a todas como sociedad».

Limón está de acuerdo en que «el patriarcado se va adaptando a los nuevos tiempos y sigue manteniendo las fórmulas de siempre. En el ámbito de las jóvenes hay que hacer hincapié en lo que llaman relaciones tóxicas, que al final es violencia, y solo es un peldaño de esa escalera de violencia instaurada por el machismo desde tempranas edades».

Por eso, considera muy importante durante esta semana «aprovechar estos espacios con los jóvenes y mantener recursos en educación dirigidos a estos colectivos con talleres educativos y programas con presupuesto para seguir avanzando en esta materia, todo es poco frente al machismo».

«Hemos avanzado, se ha legislado y se está intentando legislar con perspectiva de género, pero también hay controversias detrás de las leyes y normativas y en cuanto a recursos económicos porque cuando se ve frenado en cuando el machismo saca sus armas más feroces y tiene cómplices políticos, judiciales y mediáticos, una razón más para salir a la calle y crear espacios de conciliación, para que lo natural no sea el machismo sino la igualdad», finaliza.