La Guardia Civil ha procedido a la detención de dos personas como presuntos autores de un delito de robo de gasoil.
Los hechos se produjeron, cuando agentes que se encontraban prestando servicio en su demarcación para la prevención de la delincuencia, en concreto en un Polígono Industrial del término municipal de la localidad de Niebla, observaron a un vehículo estacionado junto al lateral de un camión, percatándose como dos varones, al advertir de la presencia policial huyeron del lugar, siendo interceptados inmediatamente por los agentes, los cuales solicitaron apoyo a otra patrulla para poder comprobar que estaban haciendo estas personas, las cuales desprendían un fuerte olor a gasoil.
Una vez en el lugar, pudieron observar un gran charco de gasóleo en el suelo que se extendía desde el vehículo que abandonaron al huir del lugar hasta el depósito de un camión, cuyo aforador se encontraba forzado.
Al examinar el interior del vehículo abandonado, se encontró una manguera, una garrafa llena de gasoil, así como salpicaduras por la carrocería.
En total sustrajeron aproximadamente 350 litros de gasoil A, causando importantes daños en el camión objeto de robo.
Los detenidos y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente.
El aumento de los precios del gasoil dispara los robos
La subida de precio que está experimentando el carburante ha dibujado la escena perfecta para aquellos delincuentes que ven en la gasolina y el diésel un preciado botín. Las autoridades han confirmado que, en las últimas semanas, los robos de combustible en nuestro país han crecido.
Los delincuentes se hacen con la gasolina y el diésel de dos maneras diferentes: forzando la tapa del tanque o perforando el depósito. En el primero de los casos necesitan una bomba de extracción manual, una manguera y una garrafa para almacenar el combustible. El segundo de los casos es el más extremo y el que más consecuencias acarrea para el dueño del vehículo: no sólo se queda sin gasolina o diésel, también tendrá que enfrentarse a una costosa reparación.
Perforar el depósito es la forma que tienen los ladrones de esquivar la tecnología presente en algunos vehículos para, precisamente, evitar este tipo de situaciones. Y es que algunos modelos están equipados con un sistema de bloqueo en la tapa del combustible, válvulas de retención que evitan que el combustible suba o pantallas que impiden que una manguera llegue al tanque.