Los vecinos de Costa de la Luz celebraron anoche una reunión ante la situación de inseguridad que vienen padeciendo en el barrio con la presencia continua de gorrillas, que últimamente se ha visto incrementada por la ‘toma’ de sus calles de un nuto grupo de jóvenes marroquíes, en algunas ocasiones han llegado a contar hasta 13, que coaccionan e intimidan a los vecinos del barrio y protagonizando continuas peleas entre ellos. Asimismo, están cansados de los continuos robos y ataques a sus vehículos, así como el robo en establecimientos.
Ante la desidia de las autoridades que no resuelven la grave problemática que se viene viviendo han tomado la decisión de emprender acciones y volverse a manifestar por sus calles como tuvieron que hacer hasta conseguir echar a los okupas de un local donde se vendía drogas y se ejercía la prostitución.
También presentarán una queja al defensor del pueblo andaluz ante el incumplimiento del Ayuntamiento de Huelva de su propia normativa vigente ante la presencia de gorrillas (‘vigilantes’) en la vía pública que fue publicada en el Boletín Oficial de Huelva del 1 de diciembre de 2010 que dice: “queda prohibido el desarrollo de actividad de vigilancia por persona no autorizada expresamente, no estando obligados los usuarios al pago ni retribución alguna del mismo, cuya exacción, si se produce, podrá ser denunciada a los miembros de la Policía Local.
Denuncia de Costa de la Luz
La primera denuncia tendrá el carácter de leve y se abrirá expediente sancionador y multa de 30,05 euros. Las siguientes serán consideradas graves y se abrirá expediente sancionador y se impondrá multa por valor de 91,05 euros. A la persona no autorizada legalmente se le ordenará que no continúe la labor ilegal. En el caso de continuar su labor ilegal, podrá ser denunciado ante la jurisdicción penal por infringir el precepto del artículo 634 del vigente Código Penal”.
Numerosos vecinos hicieron hincapié que en numerosas ocasiones no han podido contactar ni con la Policía Local y Nacional para comunicar los hechos que se estaban produciendo en sus calles y solicitar la presencia de los agentes. E incluso cuando lo han conseguido lo han dado como un hecho de absoluta normalidad. No sólo con los altercados que los gorrillas protagonizan, sino las coacciones e intimidaciones a los vecinos o los ataques a los vehículos.
Asimismo, exigen al equipo de gobierno municipal que se ponga a trabajar de una vez por todas y arregle el caos circulatorio y establezca nuevas bolsas de aparcamientos decentes y que tenga en cuenta la opinión de los vecinos con el futuro de la parcela anexa al centro hospitalario que hoy transmite una imagen tercermundista de nuestra ciudad.