El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha condenado a una pena de once meses de prisión a un hombre que trabajaba en un secadero de jamones de Jabugo y de los que se apropiaba sin conocimiento de la empresa y vendía por su cuenta a través de paquetería. El juez considera probado que el condenado se embolsó una cantidad de 500.000 euros por estas ventas que realizaba al margen de la empresa para la que trabajaba. Según la acusación llevó a cabo esta tropelía durante seis años.
El condenado también tendrá que pagar a la empresa a la que estafó una indemnización de 529.993 euros. Entre los cometidos del condenado se encontraba la recepción y entrada al secadero de jamones y paletas y de su custodia y control durante su proceso de curación, tras el cual la mercancía era remitida a la central de otra empresa.
En este sentido, apunta que «dispuso de diversas cantidades de piezas ibéricas parte de las cuales vendió sin autorización ni conocimiento de su empresa a terceras personas, a quienes se las envió a sus domicilios a través de empresas de paquetería e incorporando a su patrimonio el dinero que recibía por tales ventas».
Estafa con casi 7.000 jamones y paletas
Asimismo, señala que en el desarrollo de tal actividad, el condenado realizó «continuados actos de ventas y envíos» de estas piezas, disponiendo de un total de 3.018 unidades de jamón de cebo, 70 unidades de jamón de bellota, 3.818 unidades de paleta de cebo y 32 unidades de paleta de bellota valoradas en un total de 497.170 euros.