José Luis Pérez-Vera llega este sábado, a las 21.00 horas, al Gran Teatro de Huelva con una gran ilusión por pisar las tablas de este centenario templo de la cultura y además para una buena causa como es la obra social de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva. Las entradas se pueden adquirir en https://momotickets.com/event-registration/?ee=2053.
Los inicios en el mundo de la música de este joven sevillano de nacimiento, aunque criado en Hinojos, arrancan en el seno familiar de la mano de su padre, Juan Rafael, compositor aficionado al cante y la guitarra, el cual no llegó nunca a dedicarse profesionalmente.
Otra influencia importante en su vida artística es su tío Feliciano, compositor de innumerables sevillanas muy populares que han interpretado grupos como Marismeños. De pequeño, ya empieza a tomar contacto y a aprender de artistas que pasan por su casa en las fiestas familiares, como Manuela Vargas, El Pele, María Jiménez, Pansequito, Aurora Vargas y familia Pareja-Obregón, entre muchos más.
Su oficio como cantaor se desborda hacia otras disciplinas como el piano y la danza. Su andadura por los tablaos sevillanos y su aprendizaje interpretativo, suman a su frescura un mayor grado de experiencia. Ha trabajado con grandes del baile como Javier Barón o Eva Yerbabuena y como cantaor del Ballet Flamenco de Andalucía, bajo la dirección de artistas de la talla de Estévez y Paños, Juan Kruz, Rubén Olmo y Úrsula López.
Actualmente, este artista flamenco, que no teme abrirse a otras fronteras musicales, nos trae ‘Tierra Prometida’, su primer trabajo discográfico. Y para conocerlo más de cerca hemos estado charlando con él.
Entrevista a Pérez-Vera
– Podemos decir que tu duende te viene por herencia, ya que tu padre, aunque no era profesional, sí que era compositor y aficionado al cante. Asimismo, tu tío Feliciano también es compositor de grandes sevillanas e incluso tu abuela también se echaba pa´lante con coplas y zarzuela. Supongo que todo ellos habrán influido en ti para dedicarte a este mundo.
– Efectivamente, creo que el hecho de haberme criado en una familia tan musical ha sido un factor muy importante en mi desarrollo artístico. Si bien han sido influencias muy dispares, puesto que con mi padre he compartido la afición por el flamenco desde pequeño y con mi abuela o mi tío pude conocer más de cerca el mundo de la zarzuela, la canción andaluza o los cuplés. Luego, por mi cuenta, me introduje en la senda de la música latinoamericana, de la que soy un gran seguidor en todas sus vertientes. Esta inquietud por conocer otras culturas pienso que se debe en parte igualmente al amor por la música en mi familia.
– También he leído que eres un gran admirador de Caracol o Camarón, que desgraciadamente ya no están con nosotros. De los de ahora a quién o quiénes sigues.
– Caracol y Camarón, al igual que Enrique Morente son grandes referentes para mí, a los que acudo cuando la inspiración tarda en llegar. Basta darle al play y escuchar tan solo un ayeo de cualquiera de ellos y mi día cambia por completo. Ayer también estuve escuchando a Pastora Pavón, para mí otra de mis referentes incondicionales, una diosa del cante, y creo que para cualquiera que aprecie este arte lo más mínimo.
– Eres un artista bastante completo, ya que tocas el piano, la guitarra, bailas y, sobre todo, cantas, aunque te defines como un artista “sin etiquetas”. ¿Al igual que tu padre y tu tío también compones? y, en caso afirmativo, ¿cuáles han sido tus trabajos?
– Es cierto que me defino como un artista sin etiquetas, porque creo que es necesario que sea el público quien lo haga. Lo único que puedo etiquetar es lo que ofrezco cuando subo al escenario, que es lo que me gusta hacer y con lo que disfruto. Siempre he compuesto aunque en un pasado no me atreviera a sacar nada a la luz, pero en este primer trabajo discográfico sí he incluido temas míos: ‘Amor cruel’, ‘Mañana tal vez’ (letra y música) y otros como ‘Te quiero’ (L. Cernuda), ‘Bronce y Campana’ (música). De cara a un futuro sí me gustaría proyectarme como cantautor, ya que es algo que me llena muchísimo. A parte tengo poemas sueltos que guardo en un cajón; me preguntan todos los días si saldrán a la luz… yo cierro el cajón y les susurro que ya llegará su momento.
– Si no me equivoco ‘Tierra prometida’ es tu ópera prima. Háblanos de este álbum, qué estilos introduces y quiénes han colaborado con él.
– ‘Tierra Prometida’ no es más que un sembrado de múltiples especies, autóctonas y foráneas, las cuales decidí plantar hace un año antes de abrir el jardín hace tres meses y medio, para que el público paseara y se llevara la maceta que más le inspira o la flor que mejor le huele. Es un crisol de estilos que forman parte de mí: mis raíces, mis inquietudes, mis amores, mis desengaños, mis aficiones y mi mundo en sí. Todo lo he plasmado con el máximo cariño y dedicación. Desde los fandangos de Pareja-Obregón a una cumbia electrónica o un bolero house. He tenido la suerte de trabajar mano a mano con Jesús Cayuela y Rafa Almarcha, y de contar con la colaboración de grandes artistas como Argentina, Sandra Carrasco, Juan Rafael Pérez-Vera, Paco Jarana y David de Arahal.
– Será la primera vez que pises las tablas del Gran Teatro de Huelva y has levantado gran expectación y además lo haces por una buena causa como es la obra social de Emigrantes. ¿Qué se siente a ser profeta en su tierra?
– Para mí es un gran privilegio poder ofrecer este concierto de “piano y voz¨ en un teatro tan especial y en una ciudad donde tengo grandes amistades, y más aún si es a beneficio de la obra social de esta hermandad tan rociera y grandiosa. Resulta hermoso que entre el público y yo exista ese vínculo que nos une en una misma fe, y es eso mismo lo que espero que acreciente la conexión y la magia que ha de crearse en un concierto para que todos disfrutemos más si cabe. Cuento con la colaboración especial de la bailaora Macarena López, gran artista afincada en Huelva. Para mí que esta ciudad y esta hermandad se vuelquen en esta causa y este concierto ya de por sí me alienta y me inspira a darlo todo.
– No podemos olvidar que ya nos encontramos en la recta final para emprender el camino y postrarnos ante las plantas de la Virgen del Rocío. ¿Cómo vives tú esos días?
– Pues con mucha impaciencia, aunque a medida que pasan los años voy apreciando más la espera y los preparativos, que para mí son otra manera de peregrinar, con el corazón. Este año no puedo evitar sentir la tristeza y la melancolía, ya que será la primera romería que pasemos sin mi abuela Lola, que falleció el año pasado, aunque sé que estará con nosotros en todo momento. Lo importante es vivir el Rocío con los que queremos y sentir a la Virgen no solo en la procesión, en el Simpecado o en su ermita, sino en cada beso, en cada abrazo y en cada lágrima que nos traslade más cerca de Ella.