«Salvemos nuestra pesca sostenible, luchemos por nuestros pescadores y garanticemos un consumo saludable y de la mejor calidad de nuestros pescados y mariscos».
Con este mensaje, la Asociación de Armadores de buques congeladores de pesca de marisco (ANAMAR) se suma a la jornada de protesta común del sector contra las políticas de «destrucción del futuro pesquero comunitario» puestas en marcha por la Comisión Europea.
Este martes 9 de mayo, Día de Europa, barcos pesqueros de toda Europa harán sonar sus bocinas durante cinco minutos, así como la flota de buques de ANAMAR que faena en los diferentes caladeros africanos «Las bocinas de los barcos sirven para enviar señales importantes, algunas vitales, entre ellas la llamada de auxilio.
Por eso los pesqueros comunitarios, estén donde estén, las harán sonar a las 12.00 horas en el Día de Europa. Los trabajadores del sector de la Unión Europea lanzarán su llamada de socorro a la sociedad comunitaria, contra una política que solo busca su extinción, el desabastecimiento de producto propio de nuestros mercados, la pérdida de una mínima soberanía alimentaria, así como del futuro económico y social de las regiones europeas que dependen de este sector».
Los representantes comunitarios consideran el Día de Europa un «excepcional momento» para mostrar la discrepancia de todo el sector de la Unión Europea con una política pesquera «que cada vez defiende menos los intereses de Europa y apoya menos a sus pescadores».
«Bruselas legisla de espaldas a la pesca»
Bruselas «legisla y vive de espaldas a la realidad de sus ciudadanos», con propuestas como el paquete de medidas englobado en el Plan de Acción, «que será de facto un punto de no retorno para la capacidad pesquera europea». Este plan, incluye una voluntad explícita de eliminar gradualmente la pesca europea de fondo móvil, que emplea actualmente a 20.000 pescadores, lo que a juicio del sector puede significar la desaparición de esta actividad.
Cumplimos con orgullo nuestro papel de proporcionar alimentos saludables y de la mejor calidad a los conciudadanos de la UE. Lo hacemos de manera sustentable, bajo una de las regulaciones más estrictas del mundo y amamos nuestro trabajo. Pero nuestra forma de vida está en peligro. Simplemente pedimos su respeto.