La barriada San José, fundada a finales de los años 60 por “El Ángel Blanco”, como llamaban en Mazagón al párroco Ildefonso Ayestarán, es hoy la zona más densamente poblada de Mazagón durante todo el año y lamentablemente la más abandonada también.
Los vecinos llevan años denunciando el abandono crónico y la falta de mantenimiento generalizada que sufre la barriada, sin que sus reivindicaciones sean atendidas; en algunos casos no obtienen respuesta y en otros las promesas caen en saco roto. En cualquier calle podemos encontrar numerosas grietas en el pavimento, baches, resaltos y bordillos rotos que pueden producir caídas. A todo esto se suma la falta de limpieza y de seguridad por la escasa vigilancia policial.
Estos vecinos están muy indignados por la desidia de las autoridades y se quejan de que, mientras en otras zonas céntricas no se escatima en mejoras y embellecimiento urbano, aquí no hay un mínimo mantenimiento para evitar que la barriada se siga deteriorando al ritmo que va. «No entendemos por qué ese IBI que se lleva la paga extra de una familia no llega nada más que para realizar unos parches y remiendos en nuestra barriada. Somos vecinos de tercera con impuestos de primera», comentan los vecinos