El primer teniente de alcalde de Urbanismo y Medioambiente del Ayuntamiento de Huelva, Felipe Arias, acompañado de la concejala de Infraestructuras y Servicios Municipales, Mariló Ponce, ha presentado este martes en rueda de prensa un Plan de Arbolado destinado a reforestar la ciudad. El primer objetivo será “restituir los 1.000 árboles dañados por el temporal para continuar con el incremento de zonas verdes en un modelo de ciudad que ponga fin al hormigón gris y la falta de sombra, para apostar por espacios sostenibles, abiertos y saludables”.
Esta misma semana comienza la reforestación con la plantación de los primeros 420 ejemplares, 205 que ya se encuentran desde el pasado viernes en el vivero municipal y otros 215 que llegarán en los próximos 15 días. La campaña incluye además 4.000 arbustos y plantas vivaces, que ya han comenzado a sembrarse en espacios como la mediana central del Ensanche Sur, el Parque Francisco Jiménez o el bulevar central de la avenida de Andalucía.
Poco a poco se irán plantando estos primeros 420 árboles, respetando el momento idóneo en función del ciclo biológico de las especies, donde se incluyen arces, fresnos, pinos, sóforas, plátanos o jacarandas en actuaciones continuas hasta el final de la primavera para a continuación, reponer los naranjos y palmeras.
Unas plantaciones que se realizan “siguiendo criterios técnicos, donde la selección de especies no es caprichosa ni basada en cuestiones ornamentales, sino apoyándonos en los informes profesionales para optar por los árboles más adecuados, garantizar que fructifiquen, que no dañen aceras e infraestructuras, los menos dañinos para los alérgicos, los que en definitiva, nos ayuden a mitigar la producción de dióxido de carbono y a generar más oxígeno y, al mismo tiempo favorezcan la sombra y una ciudad verde”.
Como ha asegurado hoy Arias “bajo la premisa de salvar cada ejemplar que tuviera la más mínima posibilidad de sobrevivir, tras el temporal, las primeras actuaciones se centraron en la retirada del arbolado caído y el análisis y evaluación de los árboles dañados, para garantizar la seguridad y devolver la normalidad a la ciudad”. A continuación, se han realizado pruebas de tracción, para comprobar el anclaje y la estabilidad de cada árbol dañado, enderezando y apuntalando los que tienen posibilidad de salir adelante, podando y saneando las ramas de muchos para facilitar que recuperen la verticalidad.
Además, ya se ha empezado a reconstruir los alcorques dañados en las calles y acondicionando el terreno en los parques, retirando los tocones y restableciendo los sistemas de riego dañados, “en una tarea laboriosa pero imprescindible antes de la plantación”, ha señalado el edil.
Las plantaciones se van a aprovechar además “para acometer una reestructuración, ampliando algunos alcorques con el objetivo de mejorar las condiciones de habitabilidad de la arboleda y acabar con el levantamiento de acerados por las raíces”. En este sentido, Felipe Arias ha asegurado que “no vamos a eliminar ningún alcorque, todo lo contrario, vamos a aprovechar para hacerlos bien, corrigiendo alienaciones que estaban mal, separándolos de las fachadas de edificios, desplazando los que obstaculizaban el tráfico peatonal o rodado y asegurando que los árboles puedan desarrollarse sin que sus raíces dañen nuestras calles”.
Además, por ejemplo en el Parque de Zafra se va a aprovechar para hacer una redistribución de la vegetación, que requiere en principio una mejora de la calidad del suelo, en cuanto a composición y textura, para apostar por zonas de bosque, con más arbolado, para sustituir praderas de césped que suponen mucho más consumo de agua y no aportan zonas de sombras.
Como ha concluido el edil “no se trata solo de plantar árboles, lo que importa es hacerlo bien, para alcanzar una cubierta vegetal eficaz y sostenible y una arboleda con futuro en la ciudad, siempre llevando a cabo una gestión respetuosa con el medioambiente, para garantizar la sanidad vegetal y el aprovechamiento de todos los recursos, como hemos hecho por ejemplo con todos los restos vegetales del temporal para transformarlos en biomasa destinada a la producción de energía renovable”.