En esta entrevista hablamos con Carlos Luis Quintero Martín, quien define la Navidad como “un tiempo de alegría para todos los que nos sentimos cristianos y rocieros”, además quiere enviar un “mensaje de esperanza” durante su exaltación de la Navidad de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío que se celebrará el viernes, día 15 de diciembre, a las 20.30 horas, en la catedral de Huelva.
Quintero es diplomado en enfermería por la Universidad de Huelva, donde además ejerce como profesor. Miembro fundador y componente del grupo Cantares. Fue hermano mayor de la Hermandad de Huelva en el centenario de la coronación de la Virgen. Ha sido miembro de su junta de gobierno en diferentes etapas y componente de sus coros infantil, juvenil y titular. Fue el promotor del vía crucis rociero de Huelva, así como de la magna del ‘Rocío del Amor y la Caridad’.
Es hermano de Emigrantes y de la Sacramental de Pasión, presidente de la Asociación Amigos del Camino de El Rocío a Santiago de Compostela, además creó el grupo ‘Rocieros caballistas’ y promovió el proyecto de dicho camino. En 2021, participó como presentador del disco ‘La estrella que nos guía’, del Coro de Campanilleros de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Las Cabezas de San Juan.
Pregunta: ¿Qué vinculación tiene con Emigrantes?
Respuesta: Aunque siempre he tenido un sentimiento muy especial por la Hermandad de Emigrantes, ya que desde pequeño esperaba con ansias la llegada del miércoles de salida, cuando pasaba por mi casa y la despedía en su camino hacia El Rocío, mi relación se estrechó mucho más cuando conocí a la que hoy es mi mujer, allá por el año 1991. Por aquel entonces, su padre era presidente. A partir de ese momento, el vínculo se ha ido haciendo cada vez más fuerte. Siempre me he sentido muy bien acogido en Emigrantes y tengo buenos amigos en la hermandad.
En nuestra casa se respira Rocío todos los días del año e intentamos participar todo lo que podemos de la vida de las dos hermandades rocieras de Huelva, ya que, en mi caso, me viene de cuna el ser de la de Huelva y, en el caso de ella, el ser de Emigrantes de Huelva y, por supuesto, a nuestras hijas les hemos inculcado el amor por las dos, en definitiva, por la Virgen. En casa, todos somos hermanos de ambas corporaciones.
P.-: ¿Qué significa la Navidad para usted?
R.-: La Navidad es un tiempo de alegría para mí y debería ser para todos los que nos sentimos cristianos y rocieros, porque es el preludio de lo que vivimos en Pentecostés, cuando celebramos la romería. Independientemente de todos los añadidos que le ponemos y de los que también disfrutamos, por supuesto. Para mí, es una fecha importante porque está basada en los cimientos de mis principios.
P.-: ¿Cómo la vive normalmente?
R.-: Pues creo que, como la mayoría de nosotros, en familia, con amigos y participando de los actos que programan nuestras hermandades.
P.-: ¿Cuáles fueron sus primeras sensaciones cuando recibió el encargo de exaltar la Navidad de la Hermandad Emigrantes?
R.-: La primera sensación que tuve, y voy a ser totalmente sincero, fue de negación, no sólo porque no me veía a la altura de tal menester, sino porque la proposición llegaba en un momento emocionalmente difícil para mí y entendía que mi mente no estaba despejada como para afrontar escribir la exaltación. Tengo que confesar que fue mi mujer la que me empujó a dar el paso de aceptar. Ella, claro está, sabía las teclas que tenía que tocar y me hizo reflexionar y pensar que, si la Virgen me había puesto en ese camino para que hablara de Ella y de su Pastorcito, ¿quién era yo para negarme?.
Además de hacerme ver que, como hermano de la hermandad, no podía rechazar una propuesta que ésta me hacía, que los hermanos estamos para acudir a la llamada y aportar cuando la hermandad nos lo pide. Hoy por hoy, y con la exaltación prácticamente lista, me siento un privilegiado y muy agradecido a la junta de gobierno por el hecho de que pensara y depositara su confianza en mí, novato en estas lides, entre tantos pregoneros, poetas y artistas literarios, para un acto tan importante.
P.-: ¿Qué tenía claro que no podía faltar en su exaltación?
R.-: Evidentemente, no podían faltar la Virgen, porque me considero muy mariano, El Rocío, porque soy muy rociero y la hermandad, su gente, que es su mayor patrimonio. No es una exaltación cualquiera, es la exaltación de la Navidad de la Hermandad de Emigrantes y tiene que ser personal y la hermandad se tiene que ver reflejada en ella.
P.-: ¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir con su exaltación a los hermanos y simpatizantes de la Concha Peregrina?
R.-: Pues un mensaje de Esperanza y, sobre todo, de alegría, que es el sentimiento más característico de los rocieros.
P.-: ¿Qué espera de su exaltación?
R.-: Espero que los hermanos de Emigrantes se sientan identificados con ella, que mis palabras y mis mensajes los sientan como suyos y que disfruten del acto que, junto con la junta de gobierno y mis amigos del coro del Cautivo de Las Cabezas de San Juan, hemos preparado con todo el cariño y la mayor de las ilusiones para anunciar el nacimiento de nuestro Salvador.
P.-: Tu hija María Rocío será tu presentadora, ¿qué significa para ti como padre?
R.-: Pues María Rocío, junto a Lola, son la alegría de mi casa, el aliciente mayor de la vida de su madre y mía. María Rocío es una niña especial, con unos valores muy asentados y con una tremenda madurez, demostrada desde que era bien pequeña. Además, tiene habilidades para la literatura y gusto por ella y pensé que quién mejor que ella para presentarme. Aunque, al igual que yo, va a estrenarse en un atril. Estoy seguro de que hará una presentación a la altura del amor que nos tenemos.