La Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío vivió un emotivo encuentro en la tarde de este jueves con la Hermandad hermana de Isla Cristina, que se encontraba de paso por la capital durante su peregrinación anual. El grupo de peregrinos, compuesto por aproximadamente una treintena de devotos, fue recibido en la ciudad donde pernoctaron antes de continuar su camino hacia Almonte.
El cortejo tiene como destino final la aldea de El Rocío, donde está programada su llegada el próximo sábado.
En el recibimiento, miembros de la junta de gobierno de la hermandad de las flores aguardaron con el repique de campanas a la comitiva en las puertas de la capilla, donde todos ingresaron para participar en un acto especial.
El vicepresidente de Emigrantes, José Brioso, expresó su satisfacción al dar la bienvenida a los peregrinos isleños durante esta peregrinación extraordinaria, destacando la importancia del cincuentenario de su fundación. Brioso señaló que para la Hermandad de Emigrantes es un honor recibirlos cada año y compartir un momento con ellos, aunque sea breve.
María del Carmen Verdú agradeció el apoyo continuo durante los doce años de peregrinación, considerándolo un símbolo de unión entre los diferentes estamentos de la hermandad isleña.
La vocal de Culto, María Isabel Jesús Morán, dirigió unas oraciones durante el evento, renovando el compromiso de llevar el mensaje de amor, paz y solidaridad a todos los rincones.
La hermana mayor isleña, Rocío Beltrán, entregó un presente a su homónima de Emigrantes, Mariló Palanco, en conmemoración del cincuentenario de la fundación de la hermandad. Además, cedió su medalla a Enrique Carrillo, quien la portará en un nuevo tramo de este especial camino antes de pasarla a otro miembro de la peregrinación.
Antes de continuar su travesía hacia el Nuevo Colombino, donde pasarían la noche, los peregrinos disfrutaron de una merienda ofrecida por sus hermanos de Emigrantes. Hoy proseguirán su camino hacia Almonte, donde serán recibidos por la Matriz, y pasarán la noche junto con su Simpecado, entronizado en su bella carreta, y mañana, sábado, retomarán la peregrinación hasta la aldea de El Rocío para postrarse ante las plantas de la Virgen del Rocío.