La periodista onubense Raquel Rendón ha recogido el Premio Constantino Ruiz Carnero a la Libertad de Expresión que le ha otorgado la Asociación de Periodistas de Granada (APG), que le ha hecho entrega del galardón en la gala de los II Premios de Periodismo de la APG, celebrada en la tarde de este miércoles en el auditorio de la sede central de la Caja Rural del Sur de la capital granadina.
Rendón, que el pasado mes de julio fue condenada por la Audiencia Provincial de Huelva a dos años de prisión por publicar informaciones extraídas del sumario judicial del asesinato de Laura Luelmo, ha sido merecedora del premio porque su caso es “un ejemplo para todos los compañeros de profesión”, destacó el jurado de esta segunda edición de los premios, al tiempo que destacó que la Constitución deja bien claro el derecho de los periodistas a hacer una información veraz.
Asimismo, desde la Asociación de Periodistas de Granada subrayaron que la sentencia judicial “afecta a la línea de flotación del ejercicio de la libertad de información por los periodistas, sentando un peligroso precedente que criminaliza una práctica frecuente, como es el empleo de información procedente del sumario por fuentes del caso en cuestión”, agregaron.
La APH también hizo suyo del argumento esgrimido por Rendón en su recurso, en el que defendió que la publicación de las noticias veraces “no tiene encaje en el delito de revelación de secretos y, en todo caso, estaría amparada por la libertad de información”, palabras que “suscribiríamos todos los periodistas”, manifestaron desde la asociación tras anunciar el nombre de los ganadores y ganadoras de esta segunda edición de sus premios.
Durante el acto de entrega del premio, la periodista onubense ha mostrado en primer lugar su “más profundo agradecimiento a la Asociación de Periodistas de Granada por creer que merezco un galardón como este, que lleva además el nombre de un hombre ilustre, de una referencia para el periodismo andaluz, el de Ruiz Carnero, acallado por la barbarie fascista por ejercer la libertad de expresión”, ha recordado.
Para Raquel Rendón es “un auténtico honor” recibir este premio, que le hace sentir “el reconfortante calor de los compañeros, su respaldo ante lo que me ha tocado sufrir y vivir en estos últimos años”, ha proseguido la periodista onubense, que “fue condenada por hacer mi trabajo, ni más ni menos”, ha remarcado.
Sin embargo, “he podido levantarme y aquí sigo, plantando cara al porvenir con la esperanza de que la Justicia ponga fin a este disparate”, ha continuado la galardonada, tras lo que ha lanzado un mensaje claro y rotundo no solo por ella, sino por todos sus compañeros de profesión: “No se lleven a engaño: aunque me atribuyen un delito de revelación de secreto por las publicaciones del sumario del caso Laura Luelmo, el secreto de las actuaciones ya se había levantado meses antes de que esas informaciones vieran la luz pública”.
Además, “la revelación de secretos debe ser la máxima que rija la vida profesional de un periodista”, ha defendido Rendón, al tiempo que ha alertado de que su condena puede erigirse como “un peligroso precedente para la prensa de este país”, pues “significará, de ser firme, que ningún periodista pueda publicar absolutamente nada de un procedimiento judicial que se esté investigando”, ha explicado.
Discurso completo de Raquel Rendón
Buenas tardes a todos. Déjenme que en primer lugar muestre mi más profundo agradecimiento a la Asociación de Periodistas de Granada por creer que merezco un galardón como este, que lleva además el nombre de un hombre ilustre, de una referencia para el periodismo andaluz, el de Ruiz Carnero, acallado por la barbarie fascista por ejercer la libertad de expresión.
Aunque sea una ciudadana que trabaja en el taller de las palabras, que diría el insigne Juan Carlos Aragón, no me ha resultado fácil encontrar las que expresen con claridad lo que significa para mí recibir este premio. Es un auténtico honor, sin más adornos. Y me hace sentir el reconfortante calor de los compañeros, su respaldo ante lo que me ha tocado sufrir y vivir en estos últimos años.
Sí, he sido condenada por hacer mi trabajo. Ni más ni menos.
Yo, que he ejercido desde 2008 como periodista de tribunales, he visto muchas veces a la Justicia ser injusta. No saben hasta qué extremos. Pero, sinceramente, no me esperaba este golpe que me dejó sin aliento durante más de dos años. Ya he pagado mi condena en la soledad de mi casa, a golpe de depresión y ansiedad.
Por el camino se quedaron muchas cosas importantes: mi trabajo, al que me dedicaba en cuerpo y alma, mi pareja, mis ganas de vivir… Afortunadamente, he podido levantarme y aquí sigo, plantando cara al porvenir con la esperanza de que la Justicia ponga fin a este disparate.
No sólo por mí, sino también por todos mis compañeros de profesión. No se lleven a engaño: aunque me atribuyen un delito de revelación de secreto por las publicaciones del sumario del caso Laura Luelmo, el secreto de las actuaciones ya se había levantado meses antes de que esas informaciones vieran la luz pública.
Yo sigo pensando que precisamente esa, la revelación de secretos, debe ser la máxima que rija la vida profesional de un periodista: sea para destapar las cloacas del sistema o para que la gente conozca cómo y por qué un despiadado asesino recién salido de prisión decide asesinar a una joven profesora en El Campillo.
Mi condena puede erigirse como un peligroso precedente para la prensa de este país. Porque significará, de ser firme, que ningún periodista pueda publicar absolutamente nada de un procedimiento judicial que se esté investigando. Así de grave es el asunto.
No he querido dar la cara públicamente hasta ahora porque no me sentía fuerte. Hoy sí. Y este reconocimiento me empodera más si cabe. Un premio a la libertad de expresión es algo que enorgullece a cualquier periodista decente.
Quiero dar las gracias a todos los compañeros de la prensa española por su apoyo, por su respeto y consideración en esto meses.
Reitero mi agradecimiento a la Asociación de Periodistas de Granada por este reconocimiento. Sólo que se les haya pasado por la cabeza mi nombre ya lo considero un triunfo, imagínense lo que sentí cuando supe que me iban a entregar el premio.
Permítanme también enviar un beso enorme a mi familia y a mis amigos, a los que han estado ahí en las duras y en las maduras.
Dijo Constantino Ruiz Carnero que “la pluma debe servir para algo más útil, más fuerte, más vibrante que trazar notas de color y emborronar cuartillas, ha de formar el alma del pueblo”. Que así sea. Gracias, salud y República!
Raquel Rendón, 7 de febrero de 2024