CSIF denuncia la reducción que está sufriendo la plantilla de la Biblioteca de la Universidad de Huelva en los últimos tiempos y las dificultades que ello está provocando para que pueda mantenerse la calidad de los servicios que se prestan a los usuarios a un nivel acorde a la importancia y al prestigio de la institución académica y a la creciente competencia que genera la creación de nuevas universidades privadas en el entorno.
Todo ello ocurre pese a la existencia, desde hace más de un año, de un acuerdo entre la Universidad y los representantes de los trabajadores que permite cubrir de forma automática ausencias temporales o vacantes en la categoría profesional de técnicos especialistas y que sí se aplica en otros servicios de la institución. Además, existe también una bolsa de empleo de técnicos auxiliares, en la que tampoco se está realizando ningún llamamiento para paliar, al menos en parte, esta situación.
Según CSIF, en la Biblioteca y de acuerdo con la Relación de Puestos de Trabajo actualmente vigente, deberían estar trabajando 31 técnicos especialistas; sin embargo, hay un total de seis plazas vacantes sin cubrir y una baja de larga duración que tampoco ha sido sustituida.
A este contexto se une, según el sindicato, el hecho de que varios trabajadores de la Biblioteca hayan logrado que los juzgados de lo Social de Huelva fallen a favor de ellos y condenen a la Universidad de Huelva en cinco juicios ya celebrados por la realización de funciones no contempladas en sus contratos.
CSIF no tiene dudas, en este sentido, de que la paulatina reducción de efectivos en la plantilla de la Biblioteca acabará provocando una “merma” en la calidad de los servicios prestados por la misma y en el prestigio de la Universidad de Huelva. El sindicato recuerda que la labor llevada a cabo por todo el personal de la Biblioteca ha propiciado, desde la inauguración de la Biblioteca Central hace 25 años, una muy buena valoración por parte de los usuarios en un servicio que consideran “fundamental”, no solo como apoyo al aprendizaje de los alumnos sino también como base fundamental para la labor investigadora que genera progreso y riqueza en el entorno y a la que está obligada, por sus estatutos, la Universidad.
CSIF expresa esta preocupación en un contexto en el que la proliferación de instituciones universitarias privadas intensifica la competencia entre universidades. También destaca que la Onubense, arraigada en la provincia desde antes de su creación gracias a aquel 3 de marzo de 1988, debe reiterar su compromiso con la defensa de la excelencia y de los servicios públicos en la educación superior.
