Una nueva obra viene a ilustrar el pasado reciente de Cortegana. En el marco de las celebraciones por el Día del Libro, se presenta el jueves 25 la publicación ‘¡Ay, queridos míos…!’, original de Juan Manuel Romero de Terreros, a las 20.00 horas, en la Sociedad Nuevo Casino.
El formato de relatos lleva a Romero de Terreros a escribir “acerca de la gente antigua de la villa de Cortegana en la Sierra Morena occidental andaluza que integraban la tripulación de aquel velero de tres palos que siempre navegará en mi memoria airoso, surcando el tiempo y la mar, lastrado tan solo con mi reconocimiento y la amistad sentida hacia las gentes de la patria chica de los Terreros de la Sierra de Huelva”.
El fundamento de la obra son diversos relatos basados en hechos reales “acerca de vecinos de la villa de Cortegana que vivieron entre la posguerra incivil y la transición democrática, cuya relación con la realidad será fruto, generalmente, de meras coincidencias involuntarias, salvo en algunos amigos vivos del autor, que le han autorizado expresamente a utilizar sus respectivos nombres”, según indica Romero.
Entre las dedicatorias que se incluyen al principio del volumen pueden mencionarse a las nuevas generaciones de corteganeses, “que, afortunadamente, apenas conocieron las circunstancias vividas por sus paisanos a mediados del pasado siglo XX, ni por las que tuvieron que pasar, con mi sincero deseo de que se esfuercen en superar las sombras del presente y alcanzar las luces que aventuran horizontes mejores. También para todos aquellos que nunca salieron en un libro y que en este sí van a empezar a salir”.
También recuerda la “buena memoria de mi padre: Miguel Romero de Terreros y Pérez de Guzmán (Cortegana 1898 – Sevilla 1972) único entre los nacidos en Cortegana, en el siglo XX, que llegó a ser general médico por propios méritos”. Fue, en realidad, uno de los pilares de la vocación historiadora del autor del libro, y, adentrándose en la geografía, recogió en fichas individualizadas toda la población de su pueblo desde el siglo XVII (1617) hasta mediados del XX (1958). Finalmente, menciona también a su madre, María Jesús Castilla, maestra, donostiarra de origen aunque crecida “en el Madrid de la edad de Plata”.
En el prólogo, Luis Fernando García Barrón hace un recorrido por la familia del autor, y asegura que, en realidad, el libro no es una colección de relatos inconexos, sino la autobiografía del autor en Cortegana, en lo que se refiere a su infancia y juventud.
El esquema se inicia con unas dedicatorias, que irán seguidas del prólogo y, a continuación, se irán sucediendo los capítulos, como ‘El mundo aquel de la infancia’, ‘Dos episodios infantiles’, ‘Los amigos de mi calle’, ‘El portal de pulguita’, ‘La escuela de “las burras”’, ‘Los amigos del verano’, ‘Angelita, primeros contactos’, ‘Doña Amparo’, ‘Dolorcitas’, ‘El Cine Martín’ o ‘Aquella voz perdida de Demetrio’.
La segunda parte estará centrada en personajes como los ‘Vecinos’, ‘Pilongo’, ‘Juan “el cojo colete”’, ‘Francisquito el Sacristán’, ‘Valera, el chófer del Saurer’, ‘Juaquinito el organista’, ‘La barbería de Castaño’, ‘El otro sacerdote, Don Tomás’, ‘El regreso del becario en los EE.UU’, y ‘Angelita; y dos’.
Para el tercer pilar del libro, Romero ha escogido los títulos ‘Episodios de adolescentes’, ‘La recovera’, ‘El alimañero confiado’, ‘Un suicidio en la calle Paymogo’, ‘Candela’, ‘Manolito Guillén’, ‘Dos parientes generosos y un orfebre sevillano’, ‘Primer homenaje al mártir de Cortegana’, y ‘Las titas de Madrid regresan a su pueblo’.
Continúa la obra con relatos titulados ‘Amistades tardías’, ‘El viaje a París de Antonio Martín y familia’, ‘»Barrilete», músico y taponero’, ‘Los comienzos de un escultor’, y finaliza con ‘La Transición en la villa’, ‘Primeras elecciones’, ‘El regreso del “tito”’, ‘Don Amadeo’, ‘Manolo López, primer alcalde de la democracia’ y ‘Última cena en la casa del padre’, además de un epílogo.
Está editado por Padilla Libros con la colaboración de la Asociación Altacorte, de reciente creación impulsada por el autor de la obra. La nueva entidad cuenta con el apoyo de colectivos como la Asociación Cultural Lieva, en el marco del programa de actividades de su 25 aniversario.
Los lectores podrán, pues, encontrar un libro de recuerdos. Todo el mundo afectivo del autor desfila por las páginas del libro, pero, a su vez, constituye un fiel retrato de la Cortegana que vivió antes de partir por motivos laborales y familiares.
Como se indica en su subtítulo, se trata de una descripción de vecinos de Cortegana desde la posguerra a la transición democrática. Desde esta óptica, recoge anécdotas, como una cena que sería emblemática, por ser la última con algunos amigos del autor, sentimientos, descripciones de la localidad en sus ámbitos social, cultural, ganadera o industrial, biografías sencillas de gente señera.
En definitiva, el trabajo es una radiografía etnográfica de la Cortegana del pasado reciente, como demuestra su propio título, una expresión popular que encierra parte de la identidad corteganesa, al ser capaz de transmitir admiración, sorpresa y afecto, al mismo tiempo.