(Firma: Marino García Perera. Presidente de la asociación juvenil Inku-sen) Me pongo en contacto con ustedes, un medio de comunicación importante e influyente en nuestra ciudad, en calidad de representante de la asociación juvenil Inku-sen de Huelva para poner en manifiesto la situación por la que está pasando nuestra asociación, así como la de las asociaciones que comparten nuestros objetivos en la capital.
Desde hace más de 10 años hemos ofrecido a esta ciudad un espacio los fines de semana para que los jóvenes puedan ejercer no solo actividades de ocio seguras y saludables, sino que también puedan aprender ciertas habilidades útiles para la vida diaria como la cocina o costura.
Estas actividades se ejercían junto a otras asociaciones juveniles de diversa índole en el edificio de La Morana hasta que la pandemia dio un duro golpe a la mayoría de ellas, obligándonos a redoblar nuestros esfuerzos para acoger a todos los jóvenes y unir a todos bajo una sola asociación que cada vez crecía más y más, que tenía ante sí un futuro prometedor habiéndonos ganado la confianza de muchos padres y madres para el cuidado de sus hijos, ya no solo de la capital, sino de toda la provincia, que veían como sus hijos disfrutaban y aprendían a la vez que se alejaban de las actividades más ociosas de esta ciudad que cada vez son un problema más común como el alcohol o ciertas sustancias ilegales a las cuales nos negamos a hacer mención.
Pero todo esto se vio truncado hace unos meses con los cambios acontecidos en el ayuntamiento se empezó a desplazarnos del lugar en el que llevábamos tantos años hasta que al final se nos echó de allí. Hemos escuchado ya muchas excusas como la necesidad de la presencia de un miembro del Ayuntamiento durante nuestras actividades, a lo cual no nos negamos, o que ahora se encuentran unos archivos de servicios sociales que personalmente no entendemos que hacen ocupando ese espacio cuando durante años todas esas personas habían ejercido en otros sitios sin problemas.
Para más inri, cualquier otro edificio que cumpliese con las condiciones para albergar toda la cantidad de socios que tenemos se encuentra en una situación similar y la respuesta por parte del Ayuntamiento fue limitar nuestras horas de actividades a una tarde entre semana, lo cual suponía imposible para todos los socios que viven fuera de la capital y que además se aleja de nuestro objetivo de ofrecer una verdadera alternativa lúdica en los momentos de mayor libertad y exposición como son los fines de semana.
Esto se remata con que la otra alternativa era dejarnos en manos de asociaciones de vecinos. Dejarnos en manos de los ciudadanos de a pie que, aunque se han volcado gustosamente con nosotros, ninguno puede ofrecer un espacio lo suficientemente grande o un sitio sin coste como el que necesita una asociación que no tiene ningún ánimo de lucro.
Este mensaje es una llamada de ayuda a la concienciación de esta ciudad sobre este tema que creo que es de interés de todos los ciudadanos, especialmente de madres y padres. Somos conscientes que este acto de rebelión será mal visto por la administración, puede que incluso nosotros nunca recuperemos nada por que consideren esto un acto de rebeldía, pero el objetivo principal de todo esto es que vuelvan los lugares seguros y dedicados a la juventud por parte del Ayuntamiento, no es justo que sean los ciudadanos quienes tenga que cargar con la responsabilidad de algo que se considera inherente a las competencias administrativas pertinentes.