El sector pesquero del cerco del Golfo de Cádiz ha mostrado su malestar ante la cuota propuesta por el Gobierno para la campaña 2024/25, en el transcurso de la reunión de urgencia que han mantenido en Isla Cristina. El sector pesquero del cerco del Golfo de Cádiz ha recibido la comunicación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación con una propuesta de reparto de una cuota inicial mínima de 2.362 toneladas para los meses de julio, agosto y septiembre.
“Si la pesca se recorta en cuotas y los barcos se tienen que autolimitar para poder funcionar todo el verano esto va a suponer que los productos pesqueros que consuman los ciudadanos tendrán que venir todos de fuera perdiendo la frescura y la calidad de los productos pesqueros de nuestras costas”, han indicado desde el sector.
Para el sector del cerco, «este es el periodo donde hay una mayor demanda, mejores condiciones y donde la flota concentra la pesca de la temporada», por lo que «esta mínima cantidad inicial lastra el inicio de campaña y complica enormemente la gestión de las empresas pesqueras».
La Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE); la Asociación Andaluza de Mujeres del Sector Pesquero (ANDMUPES) y la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (FACOPE) han mantenido una reunión en Isla Cristina para analizar todos los factores que afectan a la viabilidad de la pesquería y sobre todo a la viabilidad de las empresas, como son las vedas o paradas temporales. FAAPE, ANDMUPES y FACOPE consideran necesario modificar las paradas y moverlas hacia fechas que, siendo más sostenibles para el recurso, permitan hacer viables las capturas.
El presidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores, Manuel Fernández Belmonte ha resaltado la “necesidad URGENTE de la renovación del Plan de Gestión de Cerco que tiene el Golfo de Cádiz, ante los diversos problemas que acechan nuestra pesquería”.
Inés Domínguez, vicepresidenta de Andmupes por el golfo de Cádiz ha manifestado que “el reparto de la cuota de boquerón que, con respecto al año anterior, supone cerca de cinco mil toneladas menos, lo que significa otro duro golpe a los barcos del Golfo de Cádiz». Inés Domínguez ha lamentado que “ya no sólo el bajo precio del pescado, el cambio climático, la desaparición de una especia tan importante como la sardina, si no que además, ahora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación impide que las empresas pesqueras del Golfo de Cádiz puedan hacer una previsión inmediata para poder sobrevivir a tanta situación sobrevenida” y constata que “actualmente de una flota de más de 80 barcos sólo hay 43 operativos, lo que hace prever la desaparición de la pesca de cerco”. Domínguez asevera que “en el caso del boquerón nos encontramos con una limitación de cuota tan ridícula que unido a un bajo precio, nos va a impedir tener un beneficio digno con esta pesquería”.
El sector pesquero andaluz ha acordado promover la formación de una mesa nacional del cerco (boquerón/sardina) donde representantes de los distintos caladeros del norte, sur y mediterráneo hablen, dialoguen y sobre todo se coordinen para conseguir que el boquerón y la sardina tenga un valor razonable para las empresas.
FAAPE, ANDMUPES y FACOPE alertan que “si la pesca se recorta en cuotas y los barcos se tienen que autolimitar para poder funcionar todo el verano esto va a suponer que los productos pesqueros que consuman los ciudadanos tendrán que venir todos de fuera perdiendo la frescura y la calidad de nuestros productos pesqueros nacionales en general y, en particular, los que son capturados en el cerco del Golfo de Cádiz».