Una grave lesión en la rodilla, cuando ganaba 21-14 y 10-7, ha apartado a la volantista onubense Carolina Marín de jugar la gran final del torneo olímpico de bádminton París 2024. La lesión se ha producido cuando mejor estaba Carolina, dominando el partido de forma clara y a solo 11 puntos de meterse en la final, tras apabullar a su rival en el primer set e ir dominando el segundo con suficiencia.
Las lágrimas de Carolina Marín y el aplauso cerrado de todo el público han puesto punto final al sueño de la onubense por revalidar el oro que consiguió en Río de Janeiro. Ha sido sin duda el momento más duro de la carrera extraordinaria de Marín, que ha sufrido anteriormente dos lesiones graves, pero nunca cuando estaba tan cerca de la meta: una nueva medalla en unos Juegos Olímpicos.
La historia del partido ante He Bing Jiao ha sido este final dramático, con Carolina marchándose por su propio pie, cojeando, con lágrimas en los ojos y pidiendo perdón a un público que estaba rendido a su juego y que acabó emocionado por la injusta forma en el que el choque ha acabado.