El Centro de Salud de Aracena sigue sin un sistema de aire acondicionado, según ha denunciado el sindicato CSIF Huelva, que ya alertó sobre esta situación en 2006, hace 18 años. «Pese a las promesas del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de solucionar la deficiencia antes de finales de junio de este año, este verano las temperaturas en el interior del centro superan los 29 grados, de modo que usuarios y profesionales siguen soportando estas condiciones extremas».

El Centro de Salud cuenta con un total de 40 zonas, de las cuales solo 13 disponen de aire acondicionado, lo que deja 27 áreas sin este sistema de refrigeración. Esto significa que aproximadamente el 67,5% del edificio carece de aire acondicionado, lo que agrava las condiciones tanto para el personal como para los usuarios en plena temporada de altas temperaturas.

El sindicato ha denunciado que la situación se agrava por la entrada intensificada de calor a través del techo de cristal y las ventanas, y que afecta en mayor medida a la parte superior del edificio, que alberga las áreas de salud mental, veterinaria, enfermería de enlace y la sala de reuniones,  y que carece completamente de aire acondicionado. Ante la falta de una solución efectiva por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS), los trabajadores han tenido que adquirir aparatos portátiles con sus propios recursos para mitigar el calor.

Tanto pacientes como profesionales lamentan que «es difícil respirar dentro del centro». La zona de entrada y atención al usuario es una de las más afectadas, así como la parte superior del centro, registrando temperaturas hasta cuatro grados superiores al resto del edificio debido a la exposición solar desde primeras horas de la mañana. Los ventiladores instalados, que solo mueven el aire caliente, se han mostrado ineficaces para aliviar el intenso calor.

César Cercadillo, responsable del sector de sanidad de CSIF Huelva, ha criticado la falta de inversión y previsión en la mejora de las infraestructuras por parte de la Junta de Andalucía en Huelva. «A pesar de las inversiones realizadas, principalmente con fondos europeos, el SAS sigue sin solucionar este problema. Exigimos una corrección inmediata de esta situación insostenible tanto para el personal como para los usuarios», ha subrayado Cercadillo.

En este sentido, el responsable sindical ha hecho hincapié en la necesidad de realizar una evaluación de riesgos en los puestos de trabajo y establecer protocolos de actuación específicos para situaciones de temperaturas extremas. Asimismo, insta a que los locales cerrados cuenten con sistemas de ventilación y climatización, a que mantengan la temperatura entre 17 y 27 grados, y a que los centros de trabajo, tanto en estructuras fijas como móviles, se adecúen para enfrentar condiciones climáticas adversas.

Estrés térmico

El sindicato CSIF ha emitido una campaña en este sentido sobre la alerta que debemos tener ante el estrés térmico por las altas temperaturas. CSIF destaca que los síntomas más comunes del estrés térmico incluyen dolor de cabeza, mareos, calambres, fatiga y náuseas. Ante la gravedad de estas manifestaciones, el sindicato subraya la importancia de prevenir golpes de calor mediante medidas como la hidratación frecuente, incluso en ausencia de sed, el consumo de comidas ligeras y frías, y el uso de ropa amplia, ligera y clara, además de cubrirse la cabeza con gorra o sombrero.

En cuanto a las medidas a adoptar en caso de un golpe de calor, CSIF recomienda colocar a la persona afectada en un lugar con sombra, aplicar toallas húmedas o agua directamente en el cuerpo, y utilizar ventilación. Si la persona está consciente, se le debe suministrar agua, mientras que si está inconsciente, debe ser colocada en posición de seguridad. En cualquier caso, es esencial proporcionar atención médica lo antes posible.

En relación con los trabajos al aire libre, CSIF recuerda la reciente modificación del Real Decreto 487/1997 mediante el R.D.L 4/2023, que impone la obligación de prever medidas contra riesgos asociados a fenómenos meteorológicos extremos, como las altas temperaturas. La normativa establece la necesidad de adaptar las condiciones laborales, incluyendo la reducción o modificación de la jornada en función de las alertas emitidas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en especial las de nivel rojo y naranja. Además, se prohíbe la realización de determinadas tareas durante las horas de mayor riesgo térmico.

Con estas medidas, CSIF reafirma su compromiso con la seguridad y salud de los trabajadores, y requiere la adopción de políticas preventivas y de respuesta rápida ante los riesgos que supone el estrés térmico en el ámbito laboral.