Las capeas iliplenses son toda una seña de identidad propia y desde hace unos años gozan de los mejores momentos de su historia, un éxito que se debe a todo lo que le rodea. Al llegar el mes de septiembre, la ciudad de Niebla se viste de gala para celebrar sus fiestas patronales en honor de la Santísima Virgen del Pino, cuyo inicio fue el pasado domingo y su culminación el próximo día 8. Estas fiestas suelen combinar, además de los cultos religiosos, la emoción de los toros con un ambiente festivo, música y buena compañía.
Además de los actos religiosos en honor de la “Reina de las Murallas”, es la celebración de las tradicionales capeas, que se prolongan hasta el próximo sábado, lo más disfrutado de los festejos septembrinos desde la mañana hasta el anochecer. Cada año son más las personas que gozan de una de las tradiciones más arraigadas de la histórica capital del Condado.
La suelta de vaquillas tanto en la calle como en el coso taurino nieblero ha ido creciendo durante los últimos años, tanto es así que el propio ayuntamiento se vio obligado hace varios años a proceder a la venta del denominado “abono capeas”, cientos y cientos, que se agotan en la primera jornada de venta. La situación geográfica del enclave histórico, hace que año tras año sean más los visitantes del Condado, el Andévalo y la Campiña que desean vivir y disfrutar de lleno esta tradición cuyo origen se pierde en el tiempo.
Las capeas iliplenses cuentan con cuatro momentos que son claves cada día, como son el embarque de las reses, a partir de las 12:00 horas, en las respectivas ganaderías locales, toda una jornada típica y campera que se vive intensamente entre amistades y familiares; las vaquillas son llevadas a distintos corrales para ser apartadas las que se llevarán para celebrar la capea de la tarde. Muy destacable es el desembarque, a las 14:00 horas suena el aviso de la cohetería, cuando se suelta por varias calles empalizadas hasta la plaza de toros Monumental Condado de Niebla, donde la gente disfruta de la adrenalina y la camaradería; un sinfín de mozos corren delante de las vaquillas para conducirlas hasta los corrales.
A las 19:00 horas llega el momento especial y esperado de los festejos patronales cuando dan comienzo las tradicionales capeas, más de dos mil personas disfrutan a lo grande de una de las tradiciones más antiguas de la ciudad condal. Por último, otro momento muy multitudinario es indudablemente el que se vive al anochecer como es la vuelta de las vaquillas a los corrales de la avenida Alcalde Manuel Molina García, el recorrido por varias calles empalizadas hace las delicias de propios y extraños. La empalizada de la avenida Alcalde Manuel Molina García y las calles Venida de la Virgen, Bonares y Trigueros, aporta una identidad propia y diferenciada de otros festejos taurinos populares.
Las capeas de Niebla se diferencian año tras año por el respeto al ganado, un bando de la alcaldía contempla las normas a seguir y que prohíben causar daño a las reses para que las vaquillas vuelvan integras y en buen estado a sus respectivas ganaderías.
Dentro de la programación confeccionada por el Ayuntamiento destacan el viernes 6 de septiembre, día que las vaquillas “en piara” llegan desde el campo a la ciudad conducidas a pie, un gozo para los caballistas que disfrutan igual que lo hacían sus antepasados. Esta jornada es igualmente atractiva para los fotógrafos, ya que se dan estampas llenas de tipismo y tradición desde el campo hasta la propia localidad.
Los menores también podrán disfrutar a lo grande, ya que el sábado, último día de festejos taurinos, se ha programado la suelta de becerritos a partir de las 14:00 horas y donde los sustos, las risas y los revolcones volverán a apoderarse de la Monumental Condado de Niebla.
Cada año los ganaderos locales ceden gratuitamente el uso de sus animales para el disfrute en los festejos de la ciudad. Las sueltas de vaquillas dentro de estas fiestas grandes son una oportunidad perfecta para celebrar y compartir momentos especiales con amigos y familiares en unos festejos que se dedican a la excelsa patrona, la Santísima Virgen del Pino, cuya imagen recorrerá en procesión las principales calles de la población en la noche del próximo domingo.
