Manuel Carrasco ha lanzado este viernes ‘Pueblo Salvaje II’, su noveno disco, un álbum en el que el artista se «empodera» con canciones «que son cartas boca arriba» y desde las que el cantante onubense «nos habla con el corazón en la mano, sin medias tintas ni paños calientes», tal y como explica su productora, Riff Music en nota de prensa.
La última de ellas, «El enemigo nº1», ya lo dice todo y nos recuerda que a la hora de las dudas no hay peor adversario que uno mismo, el único rival al que no puedes vencer sin salir derrotado. Esa sinceridad a cara descubierta la encontramos aquí por todas partes: en «Mi dignidad», en la arrebatadora «Museo del Prado», donde aprendemos el peligro de esperar respuestas para las que no existe la pregunta adecuada, o en «El grito del niño».
Para enseñar las heridas primero hay que desnudarse, como quien no tiene nada que ocultar, ni siquiera sus secretos más dolorosos, y en ese sentido este disco es la demostración de que a veces tirar piedras contra nuestro propio tejado es la única forma de ahuyentar a los demonios que se han posado allí.
Pero que nadie se equivoque, «Pueblo Salvaje» no es un himno a la tristeza sino un canto a la vida, donde Manuel Carrasco demuestra que de las inseguridades y los malos momentos se sale a base de orgullo y por tu propio pie, aunque sea de la mano de quienes nos quieren; por eso nos deja claro que sentirse igual que “un vaso vacío que espera que alguien lo llene” no significa que no te sientas a la vez “el indomable, el clavo que no se deja clavar». Uno puede romperse la camisa y después usarla de bandera.
Este disco junta letras dignas de ser escuchadas y músicas que piden a gritos ser bailadas, contagia una alegría inteligente. Su esencia es flamenca, paro sus raíces están aquí y en América, la del sur y la del norte, buscan territorios propicios para reivindicar la naturaleza, el regreso a lo auténtico, lo que lucha por mantenerse puro en mitad de tanto ruido y tantas vanidades, lo que no ha sido domesticado y aún merece que se pelee por ello.
Esa idea combativa está, por ejemplo, en «Tengo el poder», tan festiva y tan popular, con sus trompetas de feria o desfile, pero donde se nos vuelve a animar a rendirnos sólo si es para ser más libres. Y si hace falta cruzar una línea roja, porque al otro lado está lo más divertido, pues se hace al ritmo de un son cubano, como en «Prohibida». O nos vamos de discoteca en «La reina del baile» esa persona que te hace pensar: “me toca la lotería todas las noches con ella.” Todo un eslogan romántico.
«Pueblo Salvaje» nos recuerda que lo que distingue las cosas realmente importantes es que no son cosas y nos da un consejo: cuida y cuídate. Por eso es un disco tan bello y tan humano.
Tour Salvaje
El Tour Salvaje arrancará el próximo 17 de mayo en el estadio de La Cartuja (Sevilla) y posteriormente pasará por Granada (23 de mayo) y Albacete (31 de mayo). Unos días después, el 13 de junio, es el turno de Murcia y después de Jaén. Ya en el mes de julio, Carrasco actuará en Cádiz el 19 de julio y para el mes de agosto irá a Gran Canaria, Tenerife, Marbella el 14 de agosto, Almería el 15 de agosto, Isla Cristina el 22 y 23 de agosto y Valladolid el 29 de agosto.
La gira continuará con Badajoz el 6 de septiembre y hará dos paradas en Madrid, donde actuará el 11 y 12 de dicho mes en el nuevo Movistar Arena (WiZink Center). Más tarde, viajará a Alicante (19 de septiembre), Valencia (20 de septiembre), Pamplona (26 de septiembre), Bilbao (27 de septiembre) y concluirá en Barcelona el 10 de octubre.