Izquierda Unida (IU) Cartaya ha pedido públicamente al alcalde del municipio, Manuel Barroso (PP), que ponga fin de inmediato a lo que consideran una “espiral de violencia verbal sin precedentes”, después de que el regidor mostrara este lunes en el Pleno Municipal un arma blanca de enormes dimensiones mientras vinculaba la inmigración con la inseguridad ciudadana. «Esta arma la portaba un inmigrante ilegal (…) para asustar a los niños y quitarle los teléfonos móviles», declaró Barroso en un Pleno televisado en directo, mientras portaba un arma blanca de grandes dimensiones.
Los hechos se producen tras varios días de declaraciones “incendiarias” por parte del alcalde, ampliamente criticadas por colectivos sociales, sindicatos y entidades defensoras de los derechos humanos.
“Es absolutamente inadmisible que el alcalde de Cartaya use su cargo para sembrar odio y miedo en la población. Lo sucedido hoy en Pleno, exhibiendo un arma mientras relacionaba inmigración con delincuencia, es un acto gravísimo que vulnera toda ética institucional y puede tener consecuencias sociales gravísimas”, ha denunciado el portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento y responsable institucional de IU en Huelva, David F. Calderón.
Calderón recuerda que en los últimos días el alcalde ha protagonizado una escalada de declaraciones “incendiarias” a través de sus redes sociales y en intervenciones públicas, donde ha culpado directamente a personas migrantes en situación irregular de “ocupar viviendas, saturar la sanidad y la educación”, generando una alarma social que ha sido condenada por CCOO, la asociación CARPA y distintas plataformas por los derechos humanos.
Calderón pide a Barroso que «piense en su pueblo y pare» y asegura que existe base suficiente como para que la Fiscalía considere iniciar un expediente de oficio no sólo por un delito continuado de odio contra las personas migrantes, sino también por la ruptura en la custodia de las pruebas, ya que, según ha declarado el alcalde, el arma que mostró en el pleno forma parte de una investigación por delito de robo y amenazas que “nunca debería haber terminado en sus manos si es cierto lo que dice”.
“El discurso del odio puede tener consecuencias muy graves, como ocurrió en El Ejido en el año 2000, donde se produjo una de las más graves oleadas de violencia xenófoba del país». Desde IU exigimos responsabilidad institucional, respeto a la convivencia y la retirada inmediata de cualquier mensaje que alimente el racismo y la violencia”, añade Calderón.
Izquierda Unida ha solicitado que se abra una investigación sobre lo ocurrido: “Este tipo hechos no pueden quedar impunes. El Ayuntamiento no puede convertirse en un altavoz para la extrema derecha ni en un espacio hostil para la tolerancia, la diversidad y la fraternidad entre pueblos hermanos”, ha zanjado el portavoz de IU.
Desde la formación se hace un llamamiento a todas las fuerzas políticas democráticas y a la ciudadanía a “levantar un muro social frente al odio y la intolerancia” y a defender los valores constitucionales de igualdad, dignidad humana y convivencia pacífica.





