Los vecinos de la barriada San José de Mazagón denuncian el estado de abandono generalizado que, según aseguran, arrastra la zona desde hace años. Calles con baches y grietas en el pavimento, roturas en acerados, resaltos y bordillos deteriorados, un parque infantil con notables deficiencias de seguridad, así como un quiosco abandonado que sirve de refugio a un indigente, son algunas de las quejas que señalan.

A esta situación se suma la presencia de escombros de reformas depositados por algunos incívicos, sin que —afirman— exista vigilancia policial para evitarlo. Tampoco pasa desapercibida la montaña de tierra acumulada en la entrada de la barriada, procedente de la obra de soterramiento de un cableado eléctrico realizada meses atrás, que permanece sin retirar. Los vecinos la han bautizado irónicamente como “Monumento a la Desidia”.

La falta de respuesta municipal ha generado un creciente malestar entre los vecinos, que se sienten discriminados respecto a otras urbanizaciones de Mazagón por la escasa atención y recursos destinados a su mantenimiento.

“Llevamos años denunciando esta situación insostenible, que cada día se agrava más y que está afectando a nuestra calidad de vida y la seguridad”, explica Pepe Vicario, un vecino que lleva más de veinte años viviendo en la barriada.
Estos vecinos exigen soluciones urgentes y un plan de actuaciones que ponga fin al deterioro progresivo de la barriada.




