El Laboratorio Nacional Neodiagnóstica Lab, que exhumó el pasado mes de julio el cuerpo «incorrupto» de una niña envuelto en «extrañas» circunstancias, dado sepultura en 1992 en el cementerio de La Soledad en Huelva, ha confirmado que estos restos pertenecen a Laura Menudo Wert, hija de Soledad Wert, nacida el 12 de agosto de 1992, y que la creía robada desde entonces.
La Asociación SOS Bebés Robados Huelva ha informado en un comunicado sobre el resultado de análisis de ADN obtenido tras la exhumación realizada el día 12 de julio de 2013 y ha asegurado que dicho laboratorio, que ha realizado el cotejo entre marcadores de los padres con el bebé, confirma que los restos orgánicos encontrados en el nicho de propiedad de la familia pertenecen a esta niña.
No obstante, la asociación se siente «orgullosa» de haber falicitado los medios correspondientes para que la familia Menudo Wert «haya podido llegar a encontrar la verdad, una verdad que estuvo llena de dudas e incógnitas durante 21 años y hoy por fin pueden descansar y, con ello, poner fin a su búsqueda».
Dicho esto, la asociación subraya que, tras estos resultados, «cobra más fuerza su teoría» refiriéndose a la conclusión de que los niños, «que verdaderamente fallecieron, se les entregaron a sus familias para que los enterraran, ya que un enterramiento suponía un coste». Por tanto, asegura que cuando «los niños eran supuestamente vendidos o regalados por favores personales, era el hospital el encargado de su enterramiento ocultándolos a los familiares y negándoles la oportunidad de al menos conocerlos antes de su supuesta sepultura».
A la asociación, según manifiestan desde la misma, han llegado testimonios y documentos de madres que en su día verdaderamente perdieron su bebé en el parto, «sin contar en aquel duro momento con un seguro de deceso, a las que proponía el médico ginecólogo contratar póliza con alguna compañía para cubrir los gastos de dicho enterramiento, informando a la familia que era la forma más adecuada de dar un enterramiento digno al bebé».
SEGUNDA EXHUMACIÓN
Cabe recordar que ese mismo día se llevó a cabo otra exhumación en el cementerio de Huelva capital sin que se diera con el rastro de un niño, David Moreno Mendoza, que supuestamente estaba enterrado en una tumba familiar desde la década de los 60, un caso que fue archivado por la Audiencia Provincial.
Esta familia, según indican desde SOS Bebés Robados, pensó que el bebé, con entrada de enterramiento en el cementerio el mismo que día que nació, estaba enterrado con su madre, fallecida cuatro días después del parto tras una cesárea practicada sin éxito, «no habiéndose respetado las 24 horas obligatorias a su posterior enterramiento, según el documento de defunción encontrado y en el aparece enterrado en fosa común».
