El Sindicato Médico subraya en un comunicado que la fusión ha representado un ahorro de más de 20 millones de euros al año de media, y «la disminución de las camas disponibles y de los trabajadores sanitarios» y este ahorro no ha redundado en aumentar la «históricamente deficitaria» cartera de servicios provincial.

Según recuerda, el hospital Blanca Paloma ha sido un hospital concertado que durante más de 25 años ha prestado asistencia a la sanidad pública onubense, con 202 camas, seis quirófanos con una actividad media anual de 2.300 ingresos, 4.700 intervenciones quirúrgica, 28.000 consultas externas, 9.000 sesiones de rehabilitación ambulatoria y 8.700 pruebas diagnósticas ambulatorias.

Desde el mes de octubre de 2015 el Blanca Paloma no recibe pacientes del SAS y esa actividad «no ha sido asumida por los hospitales públicos», ni siquiera por el concierto que se ha realizado con la Clínica Los Naranjos, que «sólo asume las intervenciones quirúrgicas no complejas y una parte de las pruebas diagnósticas», critica Sindicato Médico.

Para compensar el cese del concierto, se prometió, según el sindicato, contratar a once médicos y abrir una planta en el hospital Vázquez Díaz y para cubrir la asistencia que anteriormente prestaba el hospital Blanca Paloma, pero todo «ha sido una falacia» ya que se han abierto 15 camas –media ala–, que en verano además están cerradas, y se ha contratado a un médico para atenderlas.

Según prosiguen desde el Sindicato Médico, se han cerrado además plantas en el hospital Infanta Elena y en el Juan Ramón Jiménez aunque «eufemísticamente» la dirección dice que no se cierran sino que «se quedan en reserva».

El Sindicato Médico también ha denunciado «enormes listas de pacientes» sin cita que se acumulan día a día, –en algunas especialidades la demora es de más de 18 meses– y la solución de un equipo directivo sin conciencia, consiste en «amnistiar a los pacientes», es decir en «anular, sin previo aviso, las citas que estén pendientes».

Más de 1.800 pacientes de cardiología «solo tendrán cita si la reclaman y a los que también, se les anularán las pruebas que tengan pendientes», según ha denunciado el Sindicato Médico. Las instrucciones además indican que, si un paciente reclama su cita, sólo se le adelantará si quien le atiende –que es un administrativo no un médico– entiende que es de «suficiente gravedad». Sólo si el paciente «invoca al decreto de garantías» se procederá a adelantarle la cita.

Además esta situación tan «caótica» no tiene «visos de mejorar» puesto que, la administración «niega los datos» y, por si esto fuera poco, entre los objetivos que el hospital fija a sus trabajadores, «no esta el reducir las listas de espera» y la demoras «que es lo prioritario».

Con respecto a los prometidos Chares, Sindicato Médico critica que no se abre el de Lepe y su dotación, financiada con fondos Feder, «se envía a otros centros» y los de Aracena y Bollullos «ni se construyen», de forma que Huelva es la única provincia de Andalucía sin Chares y por tanto «sin mejorar o aumentar sus recursos hospitalarios disponibles desde hace 20 años».

LA SITUACIÓN EN LA ATENCIÓN PRIMARIA

Según denuncia el Sindicato Médico, la situación en la atención primaria «no es ni mucho menos mejor» ya que en la mayoría de los centros de salud los niños no son atendidos por pediatras sino por médicos de familia, que además no podrán derivar al pediatra especialista si no lo autoriza en el distrito otro administrativo.

Más del 40 por ciento de la población no tiene un médico de familia de referencia pues son eventuales y cambian de destino cada vez que finalizan su contrato. Durante el año no se cubre casi ninguna de las ausencias reglamentarias –Incapacidades Temporales, Permisos, Asuntos propios, etc*– debiendo asumir los compañeros la «sobrecarga de tarea del ausente además de la propia».

La recomendación de no superar los 1.500 pacientes por cupo no se cumple «prácticamente en ningún centro de salud», donde llegan incluso superar la cifra de 2.000 pacientes por facultativo y durante el período vacacional «la situación se agrava» a pesar de nuestras repetidas denuncias y, en vez de realizar acciones para solucionarlo, en el SAS «lo agravan con contratos cortos, a tiempo parcial, escasas retribuciones, guardias extenuantes cada 48 horas o irregularidades en las contrataciones.

Esta situación provoca según el sindicato que los profesionales emigren a otras zonas donde «son mejor reconocidos, tanto profesional como económicamente».

DATOS DE LA COBERTURA DE VACACIONES EN LA SANIDAD ONUBENSE

Según datos aportados por el Sindicato Médico en el distrito Huelva Costa, de los 247 facultativos no se cubren las vacaciones de 218 y no se cubre ningún pediatra. En el distrito Condado Campiña, de 132 Médicos de familia sólo se cubren las vacaciones de 14 y quedan 128 sin cubrir y de 18 pediatras no se cubre ninguno

En cuanto a los hospitales sólo se ha contratado a un facultativo para cubrir las vacaciones el Servicio de Urgencias del hospital Infanta Elena y otro en el del Juan Ramón Jiménez. Por tanto y como siempre «los médicos tenemos que cubrirnos unos a otros en periodo vacacional» y disfrutar de las vacaciones «consiste en duplicar el trabajo» el resto del verano.

Según Sindicato Médico, los onubenses «están hartos de que los engañen» ya que los que se «proclaman defensores de la sanidad pública están destruyéndola en Huelva», de tal forma que «sólo los que pueden pagarse una póliza de seguro pueden obtener una consulta con una demora razonable».