Promovida por CSI-F, la manifestación se ha convocado en protesta por la previsible aprobación el próximo 16 de febrero de la reordenación del sector público andaluz. A cuatro días de la previsible aprobación en el Parlamento andaluz del proyecto de Ley de reordenación del sector público, los trabajadores de la Junta de Andalucía en Huelva han vuelto a echarse a la calle para mostrar su rechazo a la reestructuración de esta Administración que supondrá la implantación de una serie de agencias o entes instrumentales donde se recolocarán a los más de 30.000 contratados “a dedo” de las actuales empresas externas.
Se trata de legalizar la conocida Administración paralela que equiparará a los actuales empleados públicos con el personal que accedió a la Junta sin pasar por ningún proceso selectivo previo. Así lo entiende el sindicato CSI-F, promotor de la manifestación, que pretende frenar la votación a favor de la reordenación que tendrá lugar el próximo miércoles. Lejos de acusar cansancio, los empleados públicos de la Junta han vuelto a responder a la convocatoria llegando al medio millar de manifestantes durante el recorrido de la marcha que dio comienzo pasadas las 12 de la mañana de la conocida Plaza del Punto.
Arropados también por la Plataforma de Empleados Públicos y Ustea, los trabajadores públicos han vuelto a mostrar su “firme rechazo” a una reordenación que supondrá “la politización de la Junta”. Las cruces negras que simbolizan la defunción de la Administración han vuelto a tomar las calles del centro de la capital con el objetivo de concienciar a los onubenses de que serán los principales perjudicados tras la probación del proyecto de Ley ya que serán atendidos por personal no cualificado y con determinada afinidad política.
Tras la pancarta principal, que en esta ocasión rezaba “Andalucía no se vende”, se han podido ver durante el transcurso de la protesta carteles y rótulos denunciando el enchufismo, interpelando a José Antonio Griñán, Presidente de la Junta de Andalucía, y recordando las cantidades que la Administración se gasta en subvenciones, dietas y coches oficiales. Todos con una posición común: la necesidad de derogar el decreto en cualquiera de sus formas y empezar de cero a negociar sobre la reestructuración del sector público andaluz.
La marcha, que ha durado alrededor de hora y media, ha transcurrido por la Alameda Sundheim, la avenida Federico Molina, la avenida Galaroza y la avenida Andalucía donde ha finalizado el recorrido. Algunos de los manifestantes han repartido octavillas informativas en las que se explicaba los motivos de las movilizaciones. Según el responsable del sector de la Administración General de la Junta de Andalucía del sindicato CSI-F, Antonio Tur “no pedimos mejores sueldos, no queremos menos horas de trabajo ni más vacaciones. Nos manifestamos por un acceso justo al empleo público y contra el despilfarro y la corrupción en la Junta”.
Durante la lectura del manifiesto que ha puesto punto final a la manifestación, el representante de CSI-F ha recalcado que la reordenación “ha estado viciada desde el principio por lo que nuestra propuesta es comenzar una nueva negociación donde estén presentes todos los representantes de los trabajadores y se respeten los valores de igualdad, mérito, capacidad y publicidad a la hora de ofertar puestos de trabajo en una Administración que pagamos todos los andaluces”.