Los hechos ocurrieron cuando dos agentes de la Policía Local estaban patrullando por la calle Mozárabes y observaron como 13 vehículos estacionados en esta calle tenían rotos los espejos retrovisores. Por tal motivo, decidieron ver lo que habían grabado las cámaras de seguridad de un edificio colindante, comprobando que dos jóvenes a su paso por esta calle rompían a patada los espejos, por lo que realizaron una batida en las calles colindantes interceptando a los autores junto al Centro Comercial Aqualon.
Los jóvenes, una vez interrogados, confirmaron ser los autores de los destrozos, por lo que se procedió a poner a disposición del juez todos los datos para las posibles reclamaciones de los propietarios.