Parece ser que aquí los únicos que evolucionan son los chimpancés. Eso al menos es lo que se podría desprender, obviamente adjuntando un poco de cachondeo al asunto, de las investigaciones de dos estadounidenses, Deborah y Roger S. Fouts, que a lo largo de cuarenta años, que se dice pronto, han estado estudiando el lenguaje de signos de los referidos simios.
Es como si el matrimonio Fouts trabajara en labores de asesoramiento en la Diputación Provincial de Huelva. Cuarenta años currando para decirnos que los monos se comunican entre ellos. Pues a ver si no como se van a aparear las criaturitas mías, pues comunicándose, como es natural.
? Oye, chati, qué haces esta tarde.
? Pssss… Nada.
? Pues podríamos ir tres acacias más para allá, que se ven unas vistas muy monas.
? Pssss… Bueno.
? Y si eso, nos damos un voltio por el madroño y…
? Si hombre, que te has creído tú eso.
? Hija, es que me aburro.
? Pues ya sabes lo que tienes que hacer. Como el mono Colombino, que se pasaba todo el día en su jaulita de los jardines del Muelle con el asunto entre las manos.
Cuarenta años observando a los chimpancés. ¡Mi madre, como en la Diputación!, ya les digo.
El matrimonio de investigadores ha sido invitado a visitar Barcelona por la Fundación Mona, justo cuando en la ciudad Condal acaban de aprobar una normativa que prohíbe a los barceloneses ir en bolas por la acera. Qué más dará, si aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Aquí hubo una que se montó en un caballo en la romería de Lepe hará un año o dos, que no me acuerdo bien, y no pasó nada. Se montó en un caballo en pelota picada, queremos decir, que a caballo se montan muchos más con sus zahones y sus sombreros de ala ancha ladeados y no llaman la atención. Aunque pensándolo bien, más debería llamar la atención un tipo disfrazado de señorito andaluz decimonónico, con el sombrero ladeado y una caña de vino fino en la diestra, que una señora de buen ver en cueros, que en Internet tiene usted el catálogo más completo de ejercicios saludables en pelota picada que se pueda imaginar y tampoco se puede decir que a estas alturas llame mucho la atención, a no ser a los jóvenes que se pasan la edad del pavo talmente como el pobre Colombino, que en paz descanse.
Como en la Diputación, que también están en pelotas después de gastarse todo el dinero en sostener un auténtico arrumbadero de políticos en horas bajas, que es mayormente en lo que han convertido la primera institución provincial, hasta el punto de que el dinero que sobra, el poco que sobra, se va enterito para las urgencias, como el sostenimiento de esa campaña electoral permanente en la que viven los políticos de tercera regional que disfrutamos en esta provincia, o el mantenimiento artificial de esa prensa afecta al Régimen que en palabras de la chavala de los desayunos de la Uno, es prensa independiente. Independiente de quién sea el del PP que le ponen por delante, porque de todas, todas, lo va a brear, mientras que cuando tiene delante a uno de los suyos, de su partido, necesita la chiquilla una caja de kleenex familiar. La televisión pública, libre e independiente. Como la caja de la Diputación, donde tampoco hay trampa ni cartón. Ni dinero, dinero tampoco.