Otro que se marcha. Y ya he perdido la cuenta entre los despedidos por Peguero y los que se han ido por voluntad propia. Paco Muñoz, unos de los grandes consejeros de los últimos años, abandona tras haber cumplido con creces su trabajo desde que llegara al club para integrarse en el grupo de consejeros que llevó al Recre a vivir la década más preciada.

Paco Muñoz ha sido de esos hombres que, trabajando en la sombra, ha movido los hilos legales para que el Recreativo tuviera en sus arcas dinero que estaba perdido o, al menos, dinero caído del cielo, como el millón de euros que se encontró merced al despiste del Español. Pero más lejos fue cuando en la letra pequeña del contrato de traspaso de Dani Bautista al Hércules hizo algo parecido.

Se va Paco Muñoz. Se despide la que tras la marcha de Michael Dumois era la masa encefálica del consejo de administración actual.

No digo que ahora nadie vaya a saber cómo se hace un contrato, pero la letra pequeña tal vez se desvanezca en las firmas de los próximos compromisos.

Paco Muñoz ha dejado, como el jugador, la piel en los despachos sin percibir un solo euro. Plausible ha sido su trabajo y digna su salida. Me queda la duda de saber si se va por cansancio y para no verse implicado en el desgobierno.

Y a todo ello hay overbooking en la plantilla. Y curiosamente, no sé si por casualidad, los tres primeros fichajes de Julio Peguero serán los jugadores que tendrán que buscar una salida. Borja Granero, Kike Tortosa y Manu Micó no cuentan para Álvaro Cervera. Los tres jugadores que llegaron en diciembre para no jugar nada, están a ver qué pasa con ellos. Sólo espero que en los fichajes de este año, Julio haya acertado al menos en un 10%. Que ese mínimo porcentaje sirva para hacer una temporada decente. Desde luego el comienzo y con pruebas en la mano, no ha podido ser peor. Tres fichajes y seis meses después ya no sirven esos jugadores.

Ahora entiendo porque Carlos Ríos sonreía irónicamente cuando yo le preguntaba: Carlos, ¿por qué no pones a Manu Micó?

Habrá que esperar al menos que el balón ruede en Riazor para ver la medida que puede dar este equipo. Porque ante el Murcia no habrá liga salvo un giro copernicano.