El sindicato CSI-F se convierte, con 33 delegados, en la fuerza mayoritaria en la Junta de Andalucía una vez celebrados 15 procesos electorales a lo largo de los últimos tres meses en las distintas delegaciones provinciales y sus servicios periféricos. A la cita con los funcionarios, que tuvo lugar el pasado 28 de abril donde esta central sindical fue la fuerza más votada, le han seguido otras catorce elecciones correspondientes al colectivo de personal laboral de la Junta en las que este sindicato ha conseguido 23 delegados.
En cuanto a los resultados totales, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) se alza con 33 delegados (10 de ellos de la junta de personal de funcionarios y 23 de laborales) y un 29% de representatividad. Por detrás queda Ustea, segunda fuerza en la administración autonómica de Huelva, con 24 representantes (4 funcionarios y 20 laborales).
A juicio de CSI-F, los sindicatos de clase han pagado muy caro su postura frente a la reordenación del sector público que han venido defendido desde el año pasado. Así, CCOO ha perdido 19 delegados (17 de ellos laborales) con respecto a las elecciones de 2007 y se queda con sólo 23. Por su parte, UGT deja en el camino 12 representantes (3 de funcionarios y 9 de personal laboral) y suma 22 en los comicios de 2011. Safja, CGT y Apprece (sindicato del profesorado de Religión) se reparten otros 12 enlaces sindicales.
Con estos datos y tras los procesos celebrados durante el periodo comprendido entre mayo y julio, han quedado definidas las composiciones de los diferentes comités de empresa de la Junta donde CSI-F tendrá la mayoría en el cómputo global. En cuanto al desglose por delegaciones, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios ha conseguido alzarse como sindicato con mayor representación en Cultura, Medio Ambiente y Agricultura y Pesca.
CSI-F consolida, así, su posición como sindicato de referencia en la Junta mientras que, de nuevo y tal y como ocurriera en las elecciones del personal funcionario, las organizaciones que se han mostrado a favor de la reestructuración del sector público andaluz -UGT y CCOO- han recibido un severo “castigo electoral”.
Y es que, según señala CSI-F en un comunicado, «el personal laboral de la Administración autonómica será el más perjudicado por la reordenación». De hecho, asegura la central sindical, desde que en el verano de 2010 se crearan los primeros decretos de reordenación, que se concretaron finalmente en la polémica Ley 1/2011, «la Oferta de Empleo Público para personal laboral ha sido inexistente». «Por otra parte, este colectivo perderá los derechos recogidos en su convenio para pasar a quedar adscrito al nuevo reglamento que cada agencia creará para sus trabajadores», apunta.
En relación a otras reivindicaciones que fijarán las líneas de trabajo de cara a los próximos cuatro años, CSI-F destaca la recuperación de las retribuciones anteriores a 2010 y la compensación de las pérdidas acumuladas, la oposición frontal a la supresión de puestos para el personal laboral, fomentar promociones internas reales y ajustadas a las necesidades, apostar por unos concursos de traslados que sean abiertos y permanentes y por unas bolsas de trabajo ágiles y dinámicas.