Pues toca esperar una jornada más para ver como el balón rueda. Los jugadores han cumplido la amenaza y no jugarán. Estoy con los jugadores al cien por cien. No piden más descanso, no piden ganar más, no piden cosas inverosímiles…En definitiva, sólo piden cobrar lo que firman. Esto es algo tan lícito que la huelga es plausible.
Y si en este asunto estoy al lado de los jugadores, quiero decir que estoy en contra de los dirigentes morosos. Esos que prometen lo que no pueden pagar y se van de rositas. Lo que no puede ser es que un jugador en Segunda cobre 500.000 euros o más al año. Esto es inviable, pero cierto es que los jugadores nunca fueron a negociar con una pistola encima de la mesa. Que los dirigentes de los clubes han llevado al caos económico al fútbol español, es algo que todos sabemos. No hay excusas para eludir la responsabilidad y culpabilidad.
El marrón está encima de la mesa y la solución le he planteado cientos de veces. El club que a día 31 de julio deba la factura de un bolígrafo, debería descender dos categorías. Esta normativa tan lógica como coherente, evitaría que los presidentes gastaran lo que no pueden pagar. Muchos dicen que si no se ha llevado a cabo es porque si un club de Primera lo metes directamente en Segunda B, sus jugadores y proveedores no cobrarían en la vida. Es decir, que el toro siempre coge al débil y protege al inepto.
Y me temo sobre este asunto lo peor. Llagará un día determinado el Gobierno y dictará una ley para plantear un segundo plan de saneamiento para que las deudas con la Seguridad Social y Hacienda queden condonadas. Es decir, que los españoles tendremos que pagar los abusos que se han cometido.
Y como de situación económica se trata, el Recreativo deberá cobrar un millón de euros del Ayuntamiento de Huelva por aquella ampliación de capital efectuada en su día. Un millón de euros que el Ayuntamiento no tiene y el Recre necesita. Otro problema a los innumerables que existe en la entidad albiazul.
Visto lo visto y presagiando lo peor para esta temporada, digo que ahora sí, es el momento en el que el alcalde debe plantearse la venta del club por la vía de urgencia. Una venta que sería mejor realizarla ayer mejor que mañana. Entienda la terminología, pero hoy más que nunca el Recreativo necesita pasar a las manos privadas.
La deuda no permite coquetear mucho con un posible comprador, dado que nada más que se haga cargo del aprieto, le venta del Recre sería rentable para el Ayuntamiento.