De los más de 40.000 árboles que existen en la ciudad, casi 29.000 están inventariados, es decir, registrados de manera individual y con una ficha técnica actualiza al día que contiene toda la información necesaria para su mantenimiento y control. Por ello, el Ayuntamiento de Huelva puede afirmar que el 96,5% de estos árboles inventariados en la ciudad presenta un buen estado de salud a nivel fitosanitario.
Concretamente, 27.850 árboles se consideran en óptimo estado de salud, frente a 637 ‘algo enfermos’ y sólo 366 enfermos. Entre estos árboles dañados destacan, por la repercusión mediática suscitada, las 150 palmeras canarias afectadas por la conocida como ‘plaga del picudo rojo’. La buena noticia en este sentido es que en 2011 no se ha visto afectada ninguna nueva palmera, gracias a la aplicación de un tratamiento de choque que ha supuesto aumentar la dosis a 60 litros diarios de producto fitosanitario aplicado en la raíz de los ejemplares más dañados. El principal objetivo del Ayuntamiento de Huelva es frenar la plaga, contra la que se lucha en Huelva desde hace ya seis años.
El registro de la arboleda onubense se ha convertido en una eficaz herramienta de gestión al incluir un sistema geo-referenciado, con una base de datos cartografiada que permite localizar cada árbol y llevar un control exhaustivo de la situación real, del estado en el que se encuentran estos árboles, las labores que requieren y las que ya se han realizado.
Cada ficha individual incluye una fotografía, la edad, especie, altura y diámetro del tronco y estado de cada árbol; además de datos referidos a su mantenimiento, fecha de la última poda o tratamiento al que ha sido sometido. Es como la suma del DNI y la cartilla sanitaria de cada árbol onubense que sirve para advertir de la necesidad de llevar a cabo operaciones de reposición, tala por enfermedad, poda, abonado, desinfección o tratamientos fitosanitarios.
Gracias a este sistema se confirma, como característica principal de la arboleda onubense, su juventud. Y es que, de los casi 29.000 árboles censados, 18.850, es decir el 65%, se ha plantado hace menos de 15 años. Entre los árboles más antiguos de la ciudad destacan las Casuarinas o Pinos australianos, situados en zonas estratégicas del Polígono San Sebastián y la Hispanidad. Sin embargo, la mayoría (9.986) tiene menos de 10 años, 17.722 se consideran maduros, entre 10 y 25 años, y sólo poco más del millar tienen más de 25 años, poniendo así de manifiesto la apuesta realizada por el actual Equipo de Gobierno para reforestar la ciudad.
En cuanto a variedad, en Huelva existen 126 especies botánicas distintas, siendo los más numerosos los naranjos (4.900), seguidos de los ligustrum (3.233), las tipuanas (2.647), los pinos (1.506), los plataneros (81.461) y las jacarandas (1.374). Mención aparte merece la colonia de palmeras de la ciudad, formada por 5.000 ejemplares, de distintas variedades, entre ellas, más de 1.000 washingtonianas, 800 canarias o 525 datileras.
Siguiendo con las características de la arboleda onubense, la media de altura se sitúa entre los 2 y los 5 metros, ya que 17.387 ejemplares se ubican en este rango, mientras que sólo 389 árboles superan los 20 metros de altura y 1.819 miden menos de dos metros.
Por último, en cuanto a su correcta ubicación, se analiza la proximidad a viviendas, distancia entre ellos, problemas de visibilidad o accesibilidad que puedan causar, etc. En este sentido, 24.891 árboles onubenses presentan una ubicación correcta, mientras que del resto, 2.535 están pendientes de reubicar en espacios más acordes.
En cuanto a actuaciones realizadas en los primeros seis meses del año respecto a la arboleda, destaca la campaña de poda, que se ha saldado con más de 1000 árboles y palmeras saneadas, 50 actuaciones de reforestación, tareas de fumigación y colocación de tutores, estacas o guías a los árboles jóvenes para que crezcan derechos y robustos.
Además, destaca el Plan de Reforma de Alcorques que está desarrollando en la ciudad el Ayuntamiento de Huelva, desde su Concejalía de Infraestructuras y Servicios Municipales. El objetivo de esta campaña es transformar los alcorques, aplicando una nueva técnica que, además de eliminar barreras arquitectónicas y evitar accidentes, mejora la estética de la ciudad. La actuación consiste en suprimir barreras arquitectónicas y ampliar el espacio peatonal, nivelando el acerado al retirar el perímetro sobresaliente, para rellenar los huecos que implican los alcorques en la vía pública y que inevitablemente provocan tropiezos, dificultad la accesibilidad y acumulan suciedad.
La técnica consiste en cubrir los alcorques con arena drenante, un elemento permeable que permite el paso del agua de riego, garantizando la protección del árbol. A continuación, la capa drenante se cubre con piezas de hormigón en distintos colores, garantizando la sintonía con el pavimento. De esta forma, además de solucionar los problemas antes mencionados, se evita la deformación de los alcorques, prolongando su vida útil y facilitando las labores de mantenimiento.