El acuerdo de PSOE, PP, IU y PA sobre el agua en la provincia constata hasta qué punto la situación económica por la que atraviesa la empresa provincial del agua MAS es delicada. El PSOE, que ha montado un numerito considerable respecto a lo que llamó privatización de Aguas de Huelva, cuando en realidad era la venta del 49% de las acciones, ha acabado por asumir que ese es el único camino para la supervivencia de MAS. Lo vendan como lo vendan algunos medios afines a los socialistas, los que han dado un giro copernicano han sido precisamente los representantes del PSOE, cuando han visto que el dinero vía bancos no llegaba en el montante esperado. Ahora hablan de colaboración con Aqualia y Aquagest, en lo que se adivina como una semiprivatización del servicio de cara al futuro. El servicio seguirá siendo público, como en Aguas de Huelva, pero la gestión puede ser perfectamente semi-privada o privada. Tampoco es que estén inventando nada nuevo, porque con este sistema funcionan en Jaén y a ningún socialista de aquella provincia se le ha escuchado decir las tonterías que por aquí se escucharon a cuento de lo de Aguas de Huelva. Ya se sabe, poderoso caballero es don dinero, y en MAS estaban a dos velas, con lo que corrían el riesgo de que muchos alcaldes socialistas, hartos de esperar y ver cómo los del PP y otras fuerzas políticas conseguían dinero vía semiprivatizaciones, se les acabaran levantando en armas. ¿Solución? Atraer a las empresas privadas que actúan en la provincia, darles cargos bien remunerados a todas las fuerzas políticas para que no armen demasiado revuelo y vender vía medios de comunicación amigos que quien rectifica es el PP.