Este miércoles, en el Teatro de San Juan del Puerto (Calle Huelva), se ha clausurado el Congreso Internacional “Colón, los marinos del Descubrimiento de América y sus puertos” dentro de la programación conmemorativa de la Hispanidad. Entre las ponencias expuestas se encuentran las siguientes:
ANÁLISIS ARQUEOLÓGICO DEL PUERTO DE PALOS
Dr. Juan Manuel Campos Carrasco (Catedráticos de la Universidad de Huelva)
Se presentan los resultados del estudio arqueológico llevado a cabo en la Ensenada de la Fontanilla donde se ubicó el Puerto Histórico de Palos. La metodología empleada, que combina excavaciones arqueológicas, análisis geoarqueológicos, documentación gráfica y escrita, ha permitido, en primer lugar, realizar una reconstrucción histórico-arqueológica y paleogeográfica del Puerto Histórico y su entorno (Castillo, Iglesia, Fontanilla y Estero), atendiendo a la significación territorial del mismo, así como a la evolución de las condiciones naturales durante las distintas etapas históricas. En segundo lugar se mostrará un diagnóstico sobre la naturaleza, grado de conservación y área de dispersión de los restos arqueológicos valorando sus posibilidades de puesta en valor.
LUGARES PARA EL ENCUENTRO.GUANAHANI, FUERTE DE LA NAVIDAD E ISABELA –PRIMERA CIUDAD Y PUERTO DE LAS IINDIAS OCCIDENTALES.
Dr. Juan Manuel Campos Carrasco.
Aunque se mostrarán, de forma sucinta, los escasos datos arqueológicos disponibles sobre la posible ubicación del Fuerte Navidad, la ponencia se centrará principalmente en el análisis de la Isabela, la primera ciudad fundada por Colón en el Continente americano en la isla de La Española, así como su entorno inmediato. Se analizarán las circunstancias del desembarco y elección del sitio donde se ubicó la ciudad, así como los restos arqueológicos localizados en el recinto y en las áreas artesanales próximas que sirvieron para la construcción de los edificios. Finalmente se mostrará el programa de puesta en valor que se llevó a cabo en la década de los 90 del pasado siglo.
Martín Alonso Pinzón, Colón y la marinería palerma.
Dr. Julio Izquierdo Labrado.
Martín Alonso Pinzón fue el hombre fundamental que Colón necesitaba para su expedición, el líder natural de toda la marinería de la comarca del Tinto – Odiel. Desechó las naves y hombres que Colón había reunido y aportó a la empresa las carabelas Pinta y Niña, que tenía arrendadas, medio millón de maravedíes, que era la tercera parte del coste en metálico de la empresa y, sobre todo, fue casa por casa convenciendo a sus parientes y amigos para que se enrolaran, logrando reunir la mejor tripulación que podría encontrarse en estos reinos. Las desavenencias de Pinzón con Colón apartaron a los palermos más destacados de los siguientes viajes con el almirante. Pese a lo cual los nombres de Vicente Yánez Pinzón, Francisco Martín Pinzón, Antón de Alaminos, Diego de Lepe, Juan Bermúdez, Juan Rodríguez Mafra y otros muchos, fueron esenciales en el descubrimiento de las nuevas tierras americanas.
El puerto de Huelva y su marinería.
Dr. Julio Izquierdo Labrado
Huelva y Gibraleón fueron entregadas por el rey Juan I a María de la Cerda. El monarca se las había quitado a Álvar Pérez de Guzmán, entonces un joven de catorce años, que a cambio recibió las villas de Palos y Villalba. Así comienza la relación entre Huelva, el puerto del Odiel, y Palos, el más destacado puerto del río Tinto. La figura esencial de Huelva en el descubrimiento de América es un personaje que se debate entre la historia y la leyenda: Alonso Sánchez, que según el “rumor que circula entre el vulgo”, hoy aceptado por importantes autores, fue el primer marino que llegó a las costas americanas y reveló su secreto a Colón antes de morir. Otros muchos marinos onubenses, la mayoría a través del puerto de Palos, acompañaron a Colón en sus cuatro viajes, a Vicente Yánez Pinzón cuando descubrió Brasil o a Magallanes y Elcano cuando dieron la primera vuelta al mundo.
Palos y la comunidad franciscana de la Rábida en la época del Descubrimiento de América.
Dr. Julio Izquierdo Labrado
Palos no sólo es el puerto del que salió Colón para descubrir América, aunque esto ya sería suficiente para colocar su nombre en la Historia. Palos aportó barcos, dinero, conocimientos técnicos, y, sobre todo, los mejores marinos. Con un término muy reducido y un clima escaso en precipitaciones, los hombres de Palos, desde comienzos del siglo XV y siguiendo la estela de las naves portuguesas, aprenden a navegar por el temible Atlántico en sus pesquerías y comercios con Canarias y Guinea. Colón llega de Portugal, donde conocían bien a los navegantes palermos que los habían combatido en los mares coloniales africanos. El futuro Almirante, desde el principio, iba buscando a los mejores marinos andaluces. Por fortuna para él también conoció la hospitalidad y la sabiduría de los franciscanos de la Rábida, que fueron sus valedores ante la corte castellana y los marinos del Tinto.
Extracto a modo de la conferencia de Diego Ropero-Regidor:
“La aportación de Moguer: sus hombres de mar, el monasterio de Santa Clara y la familia Niño”.
Diego Ropero-Regidor.
La singularidad del puerto de Moguer en la Baja Edad Media propició el comercio y la navegación a gran escala, abriendo rutas y mercados de intercambio. La antigua villa señorial contaba para dicho fin con una flota de barcos, algunos de ellos, como la carabela Niña, construidos en sus astilleros. En Moguer, Colón negoció su proyecto de viaje a las Indias, logrando el apoyo del hacendado Juan Rodríguez Cabezudo, los hermanos Niño, propietarios de la célebre carabela, y de Inés Enríquez, abadesa del monasterio de Santa Clara, entre otros. La repercusión del descubrimiento de América se prolongó en el tiempo imprimiendo carácter a la población. Moguer comparte protagonismo con Palos y la Rábida, enclave histórico que conforma los denominados “lugares colombinos”.
Baiona, puerto y villa del descubrimiento
Dr. Roberto J. López
Universidad de Santiago de Compostela
Baiona es una pequeña villa costera situada al sur de la costa atlántica gallega en la margen izquierda de la desembocadura de la ría de Vigo. Una circunstancia accidental hizo de ella el puerto de llegada la carabela Pinta el 1 de marzo de 1493 tras su accidentado viaje de vuelta. De este modo, esta pequeña villa marinera se convirtió en el primer lugar de Europa en recibir la noticia del éxito de la expedición colombina en su búsqueda de una ruta occidental hacia las Indias. Desde un punto de vista simbólico, el acontecimiento puede considerarse de cierta relevancia, pues vinculó a la villa con la gesta descubridora y de este modo le otorgó bastantes años después, un lugar particular en el imaginario social sobre las relaciones entre Galicia y América sobre todo a partir de las emigraciones masivas iniciadas a mediados del siglo XIX. Sin embargo, la arribada no supuso por sí misma ningún cambio sustancial en la vida y actividades ordinarias de la villa. Baiona inició a finales del XV un proceso de transformación que se acentuó en las décadas posteriores. Hasta entrado el siglo XVII creció de manera notable, gracias especialmente a su actividad comercial portuaria y al papel creciente en la defensa marítima de la Monarquía Hispana. A partir de finales del primer tercio del siglo XVII, la villa empezó a sumirse en una continua recesión, hasta perder su preeminencia a finales de la época moderna ante la pujanza de Vigo, la ciudad que desde el mismo siglo XVI había sido su más directa competidora.