Los profesionales sanitarios del centro de salud de La Palma, dependiente del Distrito Sanitario Condado-Campiña, ha iniciado la puesta en marcha de un programa de prevención basado en la realización de talleres con carácter grupal destinados a personas mayores de 65 años, con el objetivo de prevenir el riesgo de sufrir caídas, un problema persistente y muy común en este colectivo poblacional, que puede suponer graves consecuencias para la salud y la calidad de vida de estos ciudadanos.
La realización de este tipo de talleres, que se encuadra dentro de la Estrategia de Seguridad del Paciente que promueve la Consejería de Salud, está especialmente enfocada a las personas mayores de 65 años, que son las que presentan una mayor incidencia, mucho más en el caso de aquellos usuarios que se encuentran al cuidado de alguna institución. Así, alrededor de un tercio de los mayores de 65 y la mitad de los mayores de 80, ha sufrido, al menos, una caída al año, con las gravosas consecuencias que puede tener para su salud y su nivel de autonomía.
En la Unidad de Gestión Clínica de La Palma, a la que pertenece el centro de salud de la localidad condal, esta actuación ha sido llevada a cabo de forma conjunta entre el enfermero gestor de casos, que ha realizado una valoración previa para la identificación de los pacientes que presentan un mayor riesgo, y la fisioterapeuta, mediante una intervención grupal sobre dicha población que permitiera prevenir las caídas aumentando la calidad de vida de los pacientes.
De esta forma, el primer taller se ha desarrollado entre los pacientes ingresados en la residencia de mayores de las Hermanas de la Cruz, situado en el núcleo urbano de La Palma del Condado, con un tipo de población que presenta una movilidad reducida, ya que la mayoría de los asistentes a estas sesiones presenta un tipo de vida cama-sillón, incidiendo en la mejora de la estabilidad y seguridad de sus movimientos.
En este sentido, la fisioterapeuta que realiza su labor en la sala de la localidad fue la encargada de enseñar de forma práctica y sencilla, en colaboración con el personal de la residencia, un completo programa de ejercicios que pudieran ejecutar los pacientes sentados en sillas, y que iban dirigidos tanto al movimiento de brazos como de cuello, pies o piernas.
El objetivo de la actividad se centra, fundamentalmente, en mejorar la movilidad de las articulaciones, artrósicas en la mayor parte de las ocasiones, elevar la tensión muscular atrofiada por la falta de ejercicio, atender los problemas de circulación sanguínea que presentan y mejorar la coordinación general, aumentando la estabilidad y seguridad de todos los movimientos, evitando así las caídas.
La iniciativa, que ha generado una gran satisfacción en los asistentes, se encuadra también dentro de los programas de educación de la ciudadanía en materia de salud impulsados por el distrito, que en este caso buscan la aplicación de soluciones que minimicen el riesgo de caídas, introduciendo para ello programas de prevención como una herramienta eficaz para mantener el máximo tiempo posible una buena calidad de vida en los mayores, potenciado así su autonomía e independencia.