Los trabajadores de la constructora Coproin, cuya sede central se encuentra en Santander, se han manifestado desnudos este jueves para llamar la atención de su situación, ya que la empresa les adeuda varias mensualidades. La mayoría de estos empleados son de fuera de Huelva y se sienten abandonados completamente por Coproin, que los había enviado a realizar trabajos en la central de ciclo combinado de Endesa en la Punta del Sebo.Depués de diversas declaraciones y notas a los medios de comunicación y ante la falta de respuesta de la empresa, los trabajadores tomaron la decisión de protestar desnudos, calzados de zapatos y con un cartel en el que se exigen soluciones a su situación, que se acentúa a peor al estar fuera de sus casas la mayoría. El acto de hoy ha sido la culminación de la huelga de tres días que venían manteniendo, pero anuncian nuevas movilizaciones.

“No vemos justo que para reivindicar nuestros salarios y para que alguien nos haga caso tengamos que ponernos desnudos. Es muy fuerte, pero más fuerte es que nuestras familias no tengan ni para comer”, ha señalado el portavoz de los trabajadores, Miguel Ángel Moscoso.

Según ha explicado Moscoso, la constructora santanderina alega que no tiene dinero para pagarles las nóminas pese a que Endesa sí ha ido abonando el trabajo, se niega a extinguir sus contratos para poder cobrar el paro y coincidiendo con el inicio el pasado martes de una huelga “nos ha mandado de vacaciones”.

“Nadie se hace cargo de nosotros y estamos totalmente abandonados. En algunos casos nos deben hasta 7.000 euros y en estas circunstancias lamentables quién puede resistir”, ha remarcado el portavoz tras afirmar que “nos van a meter en la cárcel por ‘okupas’ porque no nos iremos de los pisos de alquiler y por tener que ir a robar para comer”.

Moscoso ha apuntado que los impagos de Coproin también se están produciendo en todos aquellos lugares de España donde la constructora trabaja para Endesa, como Tenerife o Ibiza. La construcción de dos naves en la central de ciclo combinado de Huelva arrancó en noviembre de 2010 y supera el millón de euros.

“Estamos aquí desnudos para decirles a Coproin y Endesa que no nos vamos a mover de aquí hasta que nos paguen nuestros sueldos” ha advertido Moscoso, quien reclama a la eléctrica “como empresa subsidiaria” que haga frente al abono de sus salarios con el dinero de la última certificación de obra que mantiene retenido tras la denuncia de un trabajador.