Refinería, una y gracias. Balboa rompe el vaso de la paciencia de los onubenses. No hay dinero para comprar la dignidad del pueblo de Huelva. Que nos traguemos los humos, mala herencia. El legado del suelo y de las aguas contaminados, ahí lo padecemos. La Junta de Andalucía está dando pasos de gato con botas para colársela doblada a la ciudadanía más estoica del mundo. La gente del Psoe se apresuró a colocar a los suyos no fuera que los votantes desalojaran a los negreros de San Telmo en las pasadas elecciones.
La presidenta de la Autoridad Portuaria, Manuela de Paz, dijo, con toda la jeta, lo que la Refinería Balboa supondrá para Huelva y para su actividad empresarial. A otro perro con ese hueso. Lo que silencia la psoecialista -qué caterva- es cuánto dañará al medio ambiente, en qué medida perjudicará al turismo costero y, por supuesto, cómo repercutirá la serpiente negra de petróleo en la modernización del tejido económico de la provincia. Ahí se calla como una muerta. El oleoducto maldito, con una capacidad de más de cuatrocientos mil metros cúbicos de crudo, atravesará toda la geografía de la vieja Onuba hasta adentrarse en la vecina Badajoz. Esta gente del partido sabe lo que dice y dice lo que conviene A la secta, claro.
No es extraño, pues, que el señor Herrero, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, apure a la Junta para que la refinería sea ya una realidad. Si el macro-recipiente de petróleo atravesara un milímetro de la Sevilla de su alma, ya mismito estaba metiendo prisa. Los sevillanos le dan “cosquis” hasta en el cielo de la boca. Para ensuciar, dice, ya tenemos a los vecinos de ese pueblo portugués que Huelva es. Qué rico. No voy a pedir a Sevilla que acepte lo que rechazo para mi ciudad. Hasta ahí podríamos llegar. Pero lo que no quiere Sevilla, -recuerden al Polito de Subdesarrollo que nos endosó el franquismo-, la capital de las tres carabelas, tampoco.
La voluntad política de embaucar a la gente de Huelva reside en la Juntasuna boqueante de Griñán. Las administraciones locales no están por la labor. Ni de coña. Este proyecto debe ser asfixiado en los cajones de las instituciones medioambientales. La crisis y el paro no son causas suficientes para esta caja de pandora de los desastres ecológicos y de la imposibilidad de regeneración de la ría de Huelva. La Declaración de Impacto Medioambiental ha de ser negativa sí o también. De dictar lo contrario, la sostenibilidad de nuestra economía será nula.
El gran Trillo, José Juan, nacido en Huelva y criado entre la gente que habita el chalet del Conquero, subraya que es posible y necesario armonizar los intereses empresariales del grupo Gallardo y la protección del medio ambiente. Y un kiriki. Este Consejero te suelta un soneto en menos que se derrama el chapapote en Mazagón y hace de Doñana una mancha negra perpetua. Qué cosa política. Cómo que cuál es la posición de Comisiones y de Ugt. Ni se pregunta. Lo que diga el amo mientras maneje la caja de subvenciones. Amén. Pastrana y Carbonero a obedecer. Como manda el Partido.
La empresa que está detrás de este tinglado es la del Grupo Alfonso Gallardo. Qué casualidad. La misma que edita El Correo de Andalucía. Afecta y adicta al Psoe hasta el tuétano. Si es que ellos se juntan aunque dios no los críe. El poder de convocatoria ha alcanzado a dos mil ciudadanos en Jerez de los Caballeros. Dos mil o veintidós mil que serán insuficientes para quemar la Declaración de Impacto Medioambiental desfavorable.
Doñana no se puede exponer a una amenaza de este calibre. Eso sí, ahora que Valderas va de segundo de a bordo de Griñán, a la espera de que se impute al presidente por motivos de ERE, cabe creer que el bollullero defienda la tesis que en Huelva suscriben Pedro Jiménez y la Mesa de la Ría. Salvo que lo que ayer se dijo deje de tener valor hoy. Lo cual forma parte del modo de hacer política del coordinador de Izquierda Unida.
Oleoducto, no, gracias. Lástima de Extremadura. Pena de Huelva. Mucha pena.
2 comentarios en «TERETES
Vasco Núñez de…
[Paco Velasco]»
Pues ya sabes, si «Pena de Huelva», coge el damas y zumba, que aquí nos quedaremos más a gustito. PE-SA-O!!
Creí que el artículo -dado que el oleoducto se ha descartado- era de hace dos años. Se ve que este hombre vive anclado en el tiempo.