La localidad serrana de Galaroza no deja de innovar en su afán por difundir sus recursos y aumentar su prestigio turístico. A falta de disponibilidad económica, los cachoneros echan mano de su imaginación para seguir siendo referente provincial en materia cultural.
La buena idea en esta ocasión la ha tenido el Ayuntamiento de Galaroza, que ha contado con la ayuda de la Asociación Cultural Lieva y, especialmente, de Luís Manuel González González, un cachonero emigrante en Mallorca que es propietario de una estupenda colección de juguetes de hojalata antiguos y actuales. Tras un largo proceso de diálogo, las dos partes han acordado crear un espacio donde pueda exponerse la colección de forma permanente.
La colección consta de de 165 piezas de diversos períodos históricos del siglo pasado, desde 1930 hasta la actualidad, y la intención de González es continuar incrementando su número, hasta llegar a los 222 objetos. Se trata, fundamentalmente, de juguetes de hojalata que representan animales, vehículos y otros objetos, presentando casi todos ellos un buen estado de conservación.
Además, se trata de una colección internacional, ya que contiene piezas procedentes de España, Francia, Alemania, Portugal, República Checa, Canadá, Japón, India o China. La nación referente a nivel mundial en este tipo de juguetes fue Alemania, especialmente la ciudad de Nuremberg, que destacó a partir de 1850. En la actualidad, es importante el papel de China, que atesora ya décadas de tradición.
En nuestro país, la fabricación de juguetes de hojalata empieza aproximadamente en el año 1900, y sólo se dedicaban a ella los hojalateros, fabricando piezas sin colores y soldadas con estaño; se trataba, fundamentalmente, de miniaturas de cocina para que jugaran las niñas. A partir de la primera década de aquel siglo, se empiezan a copiar otros modelos más elaborados procedentes de países como Alemania e Inglaterra, nuevas producciones en las que destacan especialmente la mítica casa Payá y, posteriormente, la casa Rico, quienes colaboraron a consolidar la fructífera y larga tradición juguetera de la localidad alicantina de Ibi.
Luís González inició esta afición hace veinte años, al cabo de los cuales ha conseguido atesorar un conjunto de objetos original, por lo que supone de oferta diferente al catálogo de exposiciones de interés que suele ofrecer un pueblo. Cuando puede, intenta ampliar el repertorio con nuevas adquisiciones que suponen piezas de coleccionistas, muy apreciadas entre los expertos del sector.
González lleva cerca de 40 años fuera de su pueblo, pero lo lleva dentro del corazón. Otra de sus pasiones es el cicloturismo, ya que ha realizado la vuelta a la Península Ibérica en bicicleta, recorriendo 4.657 kilómetros, el viaje Madrid-París, de 1.585 kms. o la vuelta a Mallorca. Además, ha colaborando altruistamente con iniciativas sociales en la tierra que le acogió. Por ello, ha querido también ofrecer a Galaroza esta posibilidad, soportando dilaciones provocadas por la difícil situación económica y renunciando a otras posibilidades que podrían haberle reportado mayores beneficios.
Los objetivos de esta iniciativa son recuperar los valores de los juguetes de otras épocas, realizar actividades en torno a esta cultura popular y aumentar los polos de atracción turística del municipio. En la tarea de traer esta colección a Galaroza ha colaborado la Asociación Cultural Lieva, quien ha llevado el peso del diálogo entre las partes y ha propuesto ideas y fórmulas para que sea en breve una realidad.